A pesar de que Japón es la quinta economía global, solo detrás de Estados Unidos, China, Alemania e India y de que estratégicamente puede ser un aliado importante a la hora de recibir inversión extranjera, como bien lo ha demostrado la gobernadora del Valle del Cauca, Dilian Francisca Toro, la Embajada de Colombia en este territorio alcanzó a pasar dos años sin alguien en propiedad. Sin embargo, la Cancillería en cabeza de Luis Gilberto Murillo se puso las pilas para revertir esa situación y designó a un experimentado diplomático como Gustavo Makanaky.
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El nuevo Embajador es oriundo de Bogotá, pero su ascendencia es del Chocó, el mismo Departamento en el que nació Murillo. Es médico de profesión de la Universidad Industrial de Santander (UIS) y está vinculado a la Cancillería desde hace 25 años, tiempo en el que ha desempeñado cargos consulares en países como India y, más recientemente, China, por lo que ya conoce el continente asiático. Además, su nombramiento constituye un hito para el servicio exterior colombiano, puesto que se trata del primer afro perteneciente a la carrera diplomática que es nombrado en una Embajada, lo que explica que el Canciller haya esperado hasta el 12 de octubre, Día de la Diversidad Étnica y Cultural de la Nación Colombiana, para hacerlo oficial.
En este momento, el Gobierno y particularmente el canciller Murillo tienen entre ceja y ceja mejorar las relaciones con los países de Asía-Pacífico, todo con el objetivo de atraer inversión extranjera. Esto se vio reflejado con el anuncio de que Colombia ingresará a la Belt and Road Initiative, mejor conocida como la Nueva Ruta de la Seda, una apuesta del gobierno chino para ampliar su cooperación y el hecho de asegurarse de tener un embajador en propiedad en un país como Japón, lo refrenda.
¿A quién reemplaza Makanaky?
Durante un tiempo, el rol de Embajador lo ha tenido que desempeñar Guillermo José Ramírez Pérez, el encargado de las Funciones Consulares en el Consulado de Colombia en Tokio. De hecho, él fue el encargado de coordinar el apoyo a los colombianos afectados por el terremoto que azotó a Japón en enero de este año.
Sin embargo, antes del médico, la última persona que ocupó en propiedad el cargo fue Santiago Pardo, nombrado por Iván Duque en mayo de 2019 después de haber sido el director de la oficina de la Federación Nacional de Cafeteros en Tokio durante ocho años. Estuvo hasta septiembre de 2022, después de lo cual se dedicó de lleno a su candidatura para ser gerente de la Federación, lo que no pudo ser porque el elegido terminó siendo el huilense Germán Bahamón. Antes de Pardo había estado durante siete años, desde 2007 hasta 2014, Patricia Eugenia Cárdenas, la hija del exgerente de la Federación, Jorge Cárdenas Gutiérrez.
