En marzo de 2016, Ricardo Sierra, presidente de la empresa de energía Celsia (de Argos), le donaba al entonces alcalde de Cali, Mauricio Armitage, una verdadera joya arquitectónica de la ciudad: el edificio Coltabaco, un inmueble con 90 años de historia y que desde entonces es propiedad de la capital del Valle de Cauca.
En su momento, Armitage aseguró que el edificio (cuyo nombre original era El Puente) sería escenario de eventos culturales, además de lugar para recibir personalidades e ilustres visitantes: “a nosotros nos visitan muchas personalidades importantes; es un lugar propicio para recibirlos, queremos meterle mucha cultura y además realizar toda una recuperación del bulevar” aseguró.
Construido en 1934 con el apoyo del arquitecto Guillermo Garrido y declarado Bien de Interés Cultural (BIC) en 1969, el hoy renacido edificio de estilo renacentista español con influencia árabe de corte mudéjar está en pleno sector céntrico, rodeado de otras construcciones icónicas de Cali como el Teatro Jorge Isaacs, el Puente Ortiz y la iglesia La Ermita.
Pero también es centro de debate porque al haber pasado por manos de los últimos tres alcaldes de la ciudad, Mauricio Armitage (2016-2019), Jorge Iván Ospina (2020-2023) y Alejandro Eder (2024-2027), empiezan a oírse voces de parte y parte para restarle crédito a la labor de uno o de otro.
En todo caso, lo cierto es que, recuperado para Cali por Armitage, fue Jorge Iván Ospina quien lo llevó al proceso de renovación. Una restauración que empezó en septiembre de 2022 y se tradujo en un reforzamiento estructural que deja al edificio con la norma NSR10 de construcción sismorresistente (con la que no contaba y que era clave asegurar ante posibles temblores), una correspondiente adecuación de ascensores, servicio de aire acondicionado, pintura y otras labores.
En diciembre de 2023, en la presentación de avances de la rehabilitación patrimonial del edificio Coltabaco, Ospina aprovechó para anunciar la aprobación por parte del Ministerio de Educación Nacional de la Institución Universitaria de las Culturas y las Artes Populares que estará bajo el tradicional Instituto Popular de Cultura (IPC), esta última una prestigiosa institución de formación para el trabajo muy querida por los caleños que tiene cerca de 77 años de existencia.
Esta labor de revitalización patrimonial del edificio Coltabaco fue secundada por Carolina Romero, directora del IPC, quien tuvo sobre sus hombros el ambicioso proyecto de transformarlo para recibir la citada Universidad de las Culturas y las Artes Populares, única en América Latina, lo que está a punto de concretarse. Romero fue entonces una de las varias mujeres poderosas que rodearon al alcalde en la toma de decisiones y ejecución en la administración Ospina.
Para abril de 2024, las restauraciones estaban ya por el 84%, con el aseguramiento de los sistemas eléctricos (transformador, planta de emergencia, transferencia), bomba del sistema de la Red Contra Incendios (RCI) e impermeabilización de la cubierta, un trabajo que llegado a octubre está terminado en su totalidad.
Son 5.500 metros cuadrados que están a poco de albergar la nueva apuesta educativa que inició en agosto de 2022 luego del llamado del presidente Gustavo Petro para crear nuevas instituciones de educación superior en Colombia, lo que en este caso tuvo eco con Jorge Iván Ospina y el Concejo Municipal de Cali.
Poner la casa en orden para la COP16
Y ha sido en la administración actual, la de Alejandro Eder, la responsable de mostrar varias obras pensadas para recibir el evento que volverá a Cali noticia mundial por una semana: la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Biodiversidad (o COP16), encuentro que se dará del lunes 21 de octubre al viernes 1 de noviembre de 2024.
Botar la casa por la ventana es esperable, pues el consenso es claro: desde los Juegos Panamericanos de 1971, la ciudad no era protagonista de un evento de estas dimensiones, pues la COP16 es una cita para la discusión y negociación mundial sobre el Convenio sobre la Diversidad Biológica (CDB) de las Naciones Unidas.
Por eso la ciudad está revolucionada y decidida a tener todo a la altura de la cita, pues se esperan miles de turistas que dejarán millones de dólares que deben traducirse en un nuevo impulso de modernidad y prosperidad económica para el Valle del Cauca, y en ese mismo sentido el tradicional edificio Coltabaco, renovado y puesto a punto, es una de esas joyas arquitectónicas que brillan por sí mismas y son la mejor cara para mostrar.
