No ha bastado el cerco económico contra Venezuela y los ya históricos y reprochables a otros países que se han salido de la órbita colonialista de los EE. UU.
Desde la gran prensa se agitan toda clase de editoriales, señalando al gobierno Venezolano como una dictadura, genocida y violadora de los DD. HH.
Cualquier intento de participación ciudadana, para elegir sus gobernantes, es tachada de fraude que, no hay las condiciones para la participación de la oposición y desde las fronteras se desarrollan todo tipo de amenazas y ejercicios militares, tratando de intimidar al actual gobierno.
En el pasado, gobiernos vecinos se han unido a las pretensiones gringas de "exigir una plena democracia", la misma que implantaron en los países de Asia y África, cuando el único interés que los motiva es, apoderarse de sus recursos minero-energéticos.
Incluso gobiernos con tendencia progresista, peligrosamente vienen cayendo en la trampa de "sumarse" al reconocimiento de Edmundo González, como el ganador de las pasadas elecciones, pasando por alto, los pronunciamientos y decisiones de los organismos autónomos y legítimos, capaces de definir el resultado.
No hay solidaridad de estos países, en cuanto a exigir a los EE. UU. y la UE, de cesar el bloqueo e incautación de bienes y recursos que, solamente pertenecen a los Venezolanos.
Los bloqueos han sido un fracaso y además de incrementar el éxodo y sufrimiento de los pueblos, ha hecho fortalecer el espíritu rebelde de los pueblos. Cuba es una muestra de resiliencia y capacidad de sobreponerse al criminal bloqueo norteamericano.
La derecha venezolana, con crueldad, sigue implorando al invasor gringo que, incremente sus medidas de bloqueo e incluso imploran por una intervención militar. Estos gobiernos cobardes, cómplices, ¿será que no dimensionan la gravedad de un conflicto militar cercano a sus fronteras? ¿Necesitan otra franja de Gaza, donde puedan saciar su sed de sangre y de petróleo?
Los perfumados, señoritos que desde el Congreso colombiano, en una clara intervención, reconocieron el gobierno de Edmundo González, están jugando con fuego y nada les importará dejarnos en cenizas y destrucción, tal como ocurre, donde llegan las tropas extranjeras, no a recuperar "la democracia" sino tras el caos y la muerte, llevarse el petróleo y demás minerales de su interés.