Si hay algo que es inexorable es el paso del tiempo y como van las cosas el 2026 tardara menos en llegar, por eso que hoy empecemos a conversar sobre el tema electoral no es tan apresurado como algunos pensaran, al contrario, por todos las vicisitudes que como país vivimos de ahora y de tiempos inmemorables, se hace necesario ponerle la lupa al tema de las próximas elecciones presidenciales, por dos aspectos principales, primero, la falta de liderazgos nacionales reconocidos que recojan el sentir y necesidades del pueblo raso y segundo, la necesidad de una figura fresca con estilos de liderazgos transformacionales que encarne el deseo de progreso y desarrollo que todos los colombianos tenemos y que nuestro país necesita y se merece.
Vemos como la violencia se ha recrudecido, los grupos al margen de la ley se han fortalecido producto de la falta de presencia estatal en los sitios apartados de Colombia, lo cual ha conllevado a que estos grupos inauguren escuelas, realicen patrullajes, asesinen nuestros soldados, establezcan su ley y todo en las narices del gobierno quien a costas de la tal Paz Total ha permitido una casi guerra y prácticamente total en todo el territorio nacional.
Así mismo, la economía es un factor super importante que tendrá una alta ponderación y que pesará para las próximas elecciones, los intentos de este gobierno por potencializarla no han tenido los efectos deseados y ni qué decir del tema energético, entre otros temas, el gobierno ha sido esquivo a los llamados de auxilio de regiones como la Costa Caribe donde familias han dejado de comer para poder cancelar el recibo de energía, sin dejar de mencionar un apagón que viene respirándonos muy cerca.
Por los lados de la corrupción, el gran mal de este país, las cosas han estado bastante oscuras, aún el famoso “cambio” no ha tocado este aspecto, los escándalos de corrupción son constantes como si la promesa y bandera del cambio hubiese sido exclusiva de la campaña.
Hace varios años el presidente Uribe decía “ojo con el 22” refiriéndose a las elecciones pasadas y recientemente el presidente Petro en Tumaco menciono “cuidemos el 26” refiriéndose a las próximas, como van las cosas dudo que el Sr. presidente quiera repetir más allá de lo inconstitucional del tema, lo que si es cierto es que los de siempre ya están desempolvando los discursos, los abrazos y las promesas para arrancar una nueva campaña.
En este sentido, realizando un análisis sobre los posibles presidenciables vemos que el resultado es agobiante, se extrañan épocas pasadas donde el conocimiento, los resultados, la cercanía con el pueblo, la seriedad, el liderazgo, entre otras, eran virtudes de otrora candidatos.
Sin embargo, ante este panorama y desde una perspectiva más técnica que política surge una persona que con su estilo de liderazgo y enfoque en resultados al frente de una entidad de alcance nacional ha resaltado como uno de los mejores funcionarios y/o gerentes del país.
Me refiero al Dr. JUAN CARLOS MUÑIZ, presidente actual de Findeter, quien con su llegada a esta entidad ha tenido resultados históricos, por ejemplo, se destacan a corte de julio de 2024 el desembolso de créditos por $8,46 billones con los que Findeter ha financiado 1.399 proyectos y ha impactado 490 municipios, de los cuales, el 88% son de categorías 3, 4, 5, y 6 (tomado de www.findeter.gov.co).
Se han desarrollado asistencias técnicas territoriales y programas como Transformando Regiones enmarcado en un deseo de descentralización de la entidad porque el Dr. Muñiz sabe que el desarrollo del pais se construye desde las regiones.
Cabe mencionar el origen del Dr. Juan Muñiz quien es de Sabanalarga – Atlántico con amplia experiencia en el territorio lo que le ha brindado los conocimientos y experiencias que hoy ha puesto al servicio de Findeter con los resultados que hemos resaltado.
Pregunto, ¿y si miramos a Colombia como una gran empresa? ¿Y si le damos la oportunidad a una persona con conocimientos y manejo de la cosa pública que timonee el país los próximos cuatro años de tal forma que podamos desarrollarnos y salir del “atolladero” al que nos han llevado el centralismo, la improvisación y la corrupción?
Estamos en un momento histórico que nos obliga a tomar las mejores decisiones y saber escoger nuestro próximo presidente es quizás uno de los retos o exigencias que mayor responsabilidad nos demanda como sociedad en el corto plazo, tenemos esa deuda con nosotros mismos.
Debemos alejarnos de lo mediocre, del populismo, de la improvisación, de la inexperiencia, de lo emocional; en este orden, debemos reorientarnos haciendo uso de la sensatez y permitir que personas como el Dr. Juan Carlos Muñiz quien con sus conocimientos, experiencias, disciplina, trabajo en equipo, habilidades gerenciales y liderazgo transformacional, entre otras, que le han permitido construir excelentes resultados puedan dirigir el país, porque dar un discurso es fácil, pero liderar, gestionar personas, atender las necesidades más básicas de la población para disminuir la brecha de desigualdad, generar confianza y unión es la esencia que nos acercan al éxito y al desarrollo como nación.
