El pasado 20 de agosto, los colombianos quedaron sorprendidos al ver un comunicado de la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (Iata), organización que agrupa a las aerolíneas colombianas y a otras más de 300 en todo el mundo, anunciándole al Ministerio de Transporte que iban a tomar medidas ante lo que parecía un desabastecimiento de combustible para aviones. Eso desencadenó una reacción de la propia petrolera, de comercializadoras como Terpel y del presidente Gustavo Petro, así como preocupación por parte de los usuarios afectados por las cancelaciones de vuelos.
Atención: @IATA envía carta a @MinTransporteCo con la disponibilidad de combustible para aviones existente en 16 aeropuertos del país. Las fechas críticas para suspensión de suministro para varias aerolíneas o incluso suspensión total va entre el 23 y el 26 de agosto. Vía… pic.twitter.com/tAh1WOhqY8
— Ricardo Ospina (@ricarospina) August 25, 2024
Detrás de ese comunicado estuvo la abogada Paula Bernal, una bogotana que desde 2022 se desempeña como Gerente General de la Iata para Colombia para trabajar a las órdenes del director general a nivel global, el irlandés Willie Walsh. Bernal estudió Derecho en la Javeriana y allí mismo realizó una maestría en Derecho de Seguros.
Ha trabajado casi siempre en asuntos regulatorios, primero como abogada asociada de prestigiosas firmas como Brigard Urrutia y luego no paró de ocupar cargos directivos en grandes empresas como la minera surafricana AngloGold Ashanti, donde justamente fue Gerente de Asuntos Regulatorios y Corporativos; la tabacalera British American Tobacco, donde fue Gerente de Asuntos Gubernamentales y Regulatorios y la plataforma de transporte Didi, donde fue Directora de Asuntos Gubernamentales para la zona andina en su última experiencia antes de entrar al mundo de la aviación.
¿Qué pasó con el combustible?
El pasado 26 de agosto se presentó un fallo eléctrico en la Refinería de Cartagena (Reficar) que afectó las operaciones de la segunda empresa más grande de Colombia que a su vez es filial de Ecopetrol. Esto, entre otras cosas, afectó la producción de combustible de avión que normalmente es de 13.000 mil barriles diarios, los cuales sumados con los 24.000 que produce la otra gran refinería del país, la de Barrancabermeja da como resultado una producción total de 37.000, una cantidad que apenas alcanza para suplir los 35.000 barriles que utiliza la industria aeronáutica cada día. Cifra que va en aumento.
Esta carta de la @IATA al @MinEnergiaCo advierte que esta problemática del combustible para aviación es estructural y que más allá del daño en la refinería de Cartagena hay problemas con los inventarios, las bases de datos, la política de importación y la calidad del combustible… pic.twitter.com/KMAvFZWVpg
— Juan Fraile (@JuanFraile) August 26, 2024
Ante esta situación que ya había sido informada por la Iata días atrás, Ecopetrol informó que no iba a atender toda la demanda de combustible, lo que inmediatamente prendió las alarmas de comercializadoras como Terpel o Chevron, alerta que posteriormente llegó a las aerolíneas que corrieron a cancelar vuelos adelantándose a la contingencia. Al final, del día, la situación pareció haberse normalizado y las aerolíneas siguieron ofreciendo vuelos con normalidad.
Sin embargo, ya están en camino 100 mil barriles de combustible con los que Ecopetrol busca asegurar el suministro en el futuro cercano. Algo que, según la propia Mintransporte, María Constanza García, podría aumentar los precios de los tiquetes aéreos.
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