Sigue dando bombo el polémico tema de los embriones congelados de la actriz colombiana Sofía Vergara y su exnovio Nick Loeb, quien al parecer se está apeando de un histrionismo sensiblero digno de cualquier culebrón mexicano en el que el funge como el sufrido y vilipendiado exnovio, y Sofía como la pérfida mujer sin entrañas y corazón de piedra, capaz de privarlo sin atisbo de remordimientos, de su derecho a cumplir ¡por fin! con el sueño de ser papá
Hasta hace un par de meses en las portadas de las revistas faranduleras del mundo veíamos a Sofía Vergara y su novio Nick Loeb destilando amor por cada poro y todos en el mundillo farandulero apostaba a que este romance terminaría conjugando el segundo matrimonio de la actriz más famosa de Colombia. Corrieron rumores de boda y un supuesto embarazo, sin embargo, Sofía desvirtuó la probabilidad inminente de darle un hermano a su hijo primogénito Manolo.
De nuevo tomó fuerza el rumor de que la feliz pareja tendrían un hijo, pero esta vez valiéndose de las técnicas modernas de la ciencia: un vientre de alquiler. Ni Sofía Vergara ni Nick Loeb se pronunciaron abiertamente a este respecto y evadían el tema cada uno en su particular estilo.
Lo que parecía un cuento de hadas terminó de la noche a la mañana y se dio a conocer oficialmente a los medios la ruptura sentimental de Sofía y Nick, la actriz dejo entrever que la incompatibilidad horaria les impedía estar juntos, por lo cual de mutuo acuerdo determinaron darle punto final a una relación de cuatro años que inició en el 2010.
Todo transcurrió normalmente en la vida de la estrella de Modern Family tras su ruptura, unos meses después apareció en su vida de nuevo el amor de la mano del actor Joe Manganiello con quien ya se comprometió y viven juntos un idilio que pronto los llevará al altar. Pero al parecer el asunto no le cayó nada bien al abatido exnovio, Nick Loeb, quien irrumpió en la palestra pública reclamando a voz en pecho su derecho a ser papá llevando a terminó dos embriones congelados de sexo femenino concebidos con Sofía Vergara.
Una emotiva y lacrimal columna en un importante diario gringo, entrevistas sensibleras en Talk shows y declaraciones conmiserativas en todos los medios, son los instrumentos de los que se ha valido el atormentado Nick Loeb para reclamar su derecho de padre frustrado y semental burlado, aparte de la puja legal que se ventila en los juzgados norteamericanos, donde se decidirá quién tiene la razón.
Sin tomar partido por ningunas de las partes en disputa, me pregunto hasta qué punto puede una mujer decidir sola sobre el destino de dos embriones congelados, o, en otro caso, de un feto en gestación normal, cuando es la misma mujer la que no quiere que lleguen a feliz terminó por x o y motivo.
Las feministas proclaman la soberanía absoluta de la mujer sobre su propio cuerpo, defienden su derecho a gestar o no vida, de abortar o dejar congelados por siempre unos embriones, sin tomar en cuenta la opinión del hombre, del padre, del semental que aporto la semilla, pues es así como muchas mujeres ven a los hombres cuando les conviene, simples sementales usados para un propósito.
Un hijo necesita supuestamente de dos para concebirse, aunque hoy los adelantos de la ciencia le permiten a una mujer concebir un hijo sin necesidad de un hombre a su lado; simplemente debe recurrir a un banco de semen o, en el caso de un hombre, solo le basta con alquilar un vientre, modalidades usadas más que todo por personas gays y famosos adinerados.
Este tema es espinoso, controvertido y para muchos una afrenta al Supremo Creador. Nick Loeb es catalogado como un oportunista que simplemente quiere amargarle el rato a su ex con un melodrama mal actuado y que esa vehemente proclamación que hace defendiendo su derecho a ser padre, de preservar la vida ante la descarnada apatía de su expareja, no se la cree nadie y vaticinan que los jueces le darán la razón a Sofía Vergara.