En 1983, cuando la tecnología era casi un tema de ciencia ficción y la humanidad soñaba con contarles a las futuras generaciones cómo se vivía en el país y el planeta en ese momento, el entonces subgerente de El Tiempo, Luis Fernando Santos, decidió guardar 1.408 objetos de la época en la llamada Cápsula de El Tiempo al llegar a la edición 25.000 del diario impreso fundado en 1911.
La idea se convirtió en todo un acontecimiento político, social y comercial del que fue testigo y protagonista Luis Hernández Alarcón, un joven ingeniero civil, de 26 años, recién egresado de la Universidad La Gran Colombia, contratado como Director de Ingeniería por la empresa Esguerra Sáenz y Samper Ltda., prestigiosa firma de la que también era socio Germán Samper Gnecco, arquitecto del edificio que ha albergado la Casa Editorial El Tiempo en la Avenida El Dorado de Bogotá en la últimas décadas.
En su oficina, rodeada de flores plantadas por una hermana, el ingeniero Hernández Alarcón, de 65 años, sueña con estar en los jardines de la sede del periódico en la Calle 26 el lunes 4 de junio de 2052, cuando el diario llegue a la edición 50.000 y abran la Cápsula de El Tiempo que él mismo y sus trabajadores ayudaron a construir y enterrar como parte de un experimento científico que entusiasmó a los hermanos Hernando y Enrique Santos Castillo, director y editor del diario liberal, respectivamente.
Hernández Alarcón, empleado de la empresa constructora contratada por la familia Santos, hoy espera que todos los elementos guardados en la Cápsula de El Tiempo se conserven hasta junio de 2052 cuando él tendrá 94 años de edad para ser nuevamente testigo y ver el fruto del trabajo realizado durante unos seis meses, que concluyó al enterrarla durante un gran evento social y político el jueves 4 de marzo de 1983, recordado como si fuera ayer.
La Cápsula de El Tiempo y su antecesora la cápsula del tiempo en el Empire State
Esta Cápsula era un objeto novedoso y hasta entonces solo se conocía la historia de la fallida cápsula del tiempo en el rascacielos estadounidense, Empire State, relatada por The New York Times en abril de 1981.
La cápsula que colocó Alfred E. Smith en los sótanos de ese edificio el 9 de septiembre de 1930, la retiraron para celebrar el aniversario 50 del Empire State. Así se rompieron las costuras de la caja de cobre que contenía la cápsula, se llenó de agua y la mayor parte de su contenido se destruyó porque no la sellaron adecuadamente y la losa de hormigón no estaba bien cementada.
En consecuencia, la cápsula del Empire State perdió la guerra contra el tiempo, afirmó The New York Times. Se perdieron todos los periódicos, entre ellos, una copia del diario de ese 9 de septiembre, fotografías del famoso rascacielos y billetes entre 1 y 100 dólares que se desintegraron.
Precisamente para evitar experiencias similares, el ingeniero Hernández Alarcón trabajó durante casi seis meses para que la cápsula, que tiene la forma del revestimiento plástico de un antibiótico y cantidad de ingredientes, previamente se decidió qué guardar y cómo guardarlo.
Mucha gente, entre ellos, decanos de Ingeniería de universidades como la Nacional y los Andes participaron en estos procesos de manera gratuita y solo animados por el deseo de hacer ciencia y dejar un legado, pues nadie tenía experiencia
El ingeniero y testigo estrella del entierro de la Cápsula en el predio de El Tiempo, comparte orgulloso las imágenes de ese jueves 4 de marzo de 1983 cuando estuvo en primera fila y se codeó con el presidente de la República, Belisario Betancur, sus Ministros y destacadas personalidades como el escritor y periodista Gabriel García Márquez, quien aún no era Nobel de Literatura, entre otros.
Una mezcla de temor y nostalgia también embarga al Ingeniero dedicado a la construcción e interventoría de obras civiles al saber que el actual dueño del periódico El Tiempo, Luis Carlos Sarmiento Angulo, construirá torres de apartamentos en ese predio a través de su empresa inmobiliaria Construcciones Planificadas S. A. y desconoce cuál será el futuro y los secretos que conservan los 1.408 objetos guardados en la Cápsula de El Tiempo.
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