Recientemente, dos situaciones causaron gran revuelo y críticas por parte de los defensores del estado laico: la primera se dio en la inauguración de la Copa América cuando dos pastores oraron y dieron unas palabras de esperanza y la segunda en el estado de Luisiana donde una ley ordenó que todos los colegios cuelguen en sus salones los 10 mandamientos.
Para nadie es un secreto que los valores judeocristianos que dieron origen a la civilización occidental están bajo ataque, esto ocurre en todo el mundo, hablar de la biblia de manera pública o nombrar a Dios es algo que no está bien visto, sobre todo cuando vivimos bajo la religión civil que Rousseau nombró en su libro el contrato social.
Si miramos hacia atrás los cristianos fueron influyentes en la historia de la humanidad, pero, si evaluamos la realidad actual, su influencia se ha limitado drásticamente, para no ir tan lejos, evaluemos el caso colombiano y cuál ha sido la participación de los cristianos en el escenario político.
El primer gran hito de los cristianos en la política colombiana se dio en la constitución de 1991, cuando fruto del trabajo de los dos constituyentes cristianos, se introdujera la libertad de cultos, la cual sin duda abrió la puerta para que la libertad de creer y profesar una religión se hiciera una realidad
Esto también inició una importante participación política en cargos de elección, desde 1991 son varios los políticos cristianos que se han hecho elegir como Congresistas y también como ediles, concejales, diputados, a través de partidos abiertamente cristianos y de partidos políticos, también se han hecho elegir como alcaldes, el más reciente ejemplo el alcalde de Bucaramanga Jaime Andrés Beltrán.
El resultado de todo esto podría calificarse como positivo, porque significa que la voz de los cristianos se escucha en los espacios de toma de decisión.
Sin embargo, cabe hacerse la siguiente pregunta: ¿los cristianos podríamos ser más influyentes?, sobre todo, cuando día a día, avanzan y se adoptan agendas que atacan principios e instituciones cristianas, pareciera que a pesar de la participación política que tenemos, nuestra influencia necesita ser mayor.
Es que no debemos dejarnos encasillar en que nuestro único aporte es la religión, todo lo contrario, tenemos en nuestras manos un libro que tiene más de 3.000 años de antigüedad, que también es el manual para vivir en sociedad y que puede ser la respuesta para las grandes problemáticas de nuestro tiempo.
Esa colección de libros, llamada biblia, la cual inspiró a grandes hombres como: Martin Lutero para que con su reforma protestante se sentaran las bases de las instituciones de occidente, o a William Willberforce para abolir la esclavitud en Inglaterra, o a Martin Luther King Jr. para que los negros se les garantizaran los mismos derechos.
Esta semana gracias a los cristianos, específicamente a dos constituyentes Jaime Ortiz Hurtado del Movimiento de Unidad Cristiana y Arturo Mejía Borda del Partido Nacional Cristiano, se celebró el 4 de julio el día nacional de la libertad religiosa (un gran logro sin duda), y recordando a Mateo 4:14 “la gente que estaba en la oscuridad ha visto una gran luz. Y para aquellos que vivían en la tierra donde la muerte arroja su sombra, ha brillado una luz”
Ojalá en el futuro podamos celebrar que, gracias a los cristianos, Colombia a pesar de la sombra de muerte en la que está (violencia, narcotráfico, conflicto, corrupción, pobreza) pudo ver la luz y la libertad.