En 2013, cuando la colombiana y el empresario Nick Loeb eran pareja, el deseo mutuo por ser padres los llevó a recurrir a tratamientos de reproducción asistida pues por causa del cáncer que padeció Sofía y de la posterior quimioterapia, quedó imposibilitada para embarazarse nuevamente. En aquel entonces se realizaron varios embriones fecundando óvulos de la actriz con esperma de Loeb. Dos embriones fueron implantados en vientres de alquiler, los cuales no lograron progresar. Sin embargo, hubo otros dos femeninos que quedaron congelados. Los mismos que hoy se convirtieron en el dolor de cabeza de la barranquillera, pues su ex pretende desarrollarlos para convertirlos en dos hijas. Si bien es cierto que la entonces pareja firmó unos documentos dejando claro que ninguno podría decidir sobre los embriones si no hay un acuerdo mutuo y contemplaban lo que sucedería embriones en caso de que alguno falleciera, en ningún punto se planteó que pasaría en caso de una ruptura, como eventualmente sucedió.
La demanda que interpuso Loeb ante un tribunal de Los Ángeles en agosto de 2014 (y actualizada en abril pasado) busca quedarse con el control absoluto de los dos embriones para salvarlos de la destrucción pues está convencido que Sofía tiene intenciones de hacerlo, lo cual fue desmentido por su abogado. No obstante, tampoco tiene intención alguna de desarrollarlos pues ya dijo que un niño necesita a un par de padres que se amen y este no es el caso. El mismo día que dio la única entrevista ante las cámaras hablando del tema recibe la estrella que la convierte en la segunda colombiana (después de Shakira) en el Paseo de la Fama en Los Ángeles. Ahí se mostró tranquila ante la tormenta mediática desatada por quien fuera su compañero sentimental afirmando que no hay nada de qué preocuparse pues desde antes de crear los embriones los documentos eran claros y Loeb solamente quiere llamar la atención a costa de su carrera. Asimismo dijo estar asombrada por la importancia que le ha dado la prensa a un incidente netamente personal que no va a tener mayor trascendencia.
Nick Loeb argumenta ante la ley razones de tipo ético para impedir la destrucción de los embriones y la permanencia en el congelador, costeando por sí solo los costos que la crianza de los bebés podría traer aunque dejando claro que la actriz podría involucrarse si lo desea. Ha asegurado que no va a cambiar de opinión así logre entablar una relación con otra mujer pues su deseo se debe a que hay dos vidas creadas que ya existen. Por culpa del vacío en el contrato que no contempló lo que sucedería en caso de ruptura de la pareja, ni ella puede destruirlos sin el consentimiento de él, y éste tampoco puede desarrollarlos sin la autorización de ella.
Se conoció que Sofía prefirió pagar 1000 dólares mensuales para mantener los embriones congelados antes que dejarlos a disposición de su ex pareja quien se ofreció a hacerlo. Las intenciones de la actriz serían mantenerlos congelados hasta que ella o Loeb mueran, momento en que según el contrato firmado los embriones serían destruidos. En todo caso, quien es considerada la actriz mejor pagada de tv en el mundo puede hacerlo ya que sus ganancias anuales ascienden a 40 millones de dólares aproximadamente. Mientras tanto Sofía Vergara se encuentra viviendo una de las semanas más concurridas de su vida. Por un lado es noticia por el estreno de su película Hot Pursuit junto a Reese Witherspoon o su estrella en el Paseo de la Fama en Hollywood, y por el otro su vida personal también la convierte en el centro de atención. En todo caso Sofía Vergara seguirá dando mucho de qué hablar.
