A comienzos de la década del 2000, el reggaetón comenzó a entrar tímidamente en Medellín; era un género que se estaba metiendo en las discotecas, pero pocos estaban entendiendo su potencial. DJ Semáforo, J Balvin, y Reykon, entre otros artistas y empresarios de la época fueron los primeros en comprenderlo. Con la muerte de Dr Velásquez no fueron pocos los fanáticos que recordaron los inicios del género en Colombia.
Dr. Velásquez aterrizó en la segunda etapa, después del año 2010, que el reggaetón estaba recuperando su auge luego de que se estancara en Puerto Rico y tanto los colombianos, como los boricuas que estaban trabajando con productores paisas, comenzaran a brillar con canciones que eventualmente se convertirían en números uno mundiales.
En 2012 había registrado la empresa JM World Music S.A.S., de a un informe de la unidad investigativa del diario El Tiempo, que al comienzo tenía poco menos de 2 millones de pesos para arrancar; pero que en la actualidad registra activos por más de 6.000 millones de pesos. En la empresa que Daniel Velásquez (nombre real del productor) tenía con su socio Darío Martínez Carrillo, él era el dueño del 95%.
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Otros negocios que se destaparon con la muerte de Dr Velásquez
Dr Velásquez también había tenido participación en una empresa de compra y venta de finca raíz llamada Altavista, pero que tuvo que cerrar en 2016 porque no habría funcionado. Además, también tuvo un emprendimiento de tratamiento de residuos llamado Recico, fundadada y cerrada en 2018, porque tampoco funcionó.
Lo que sí le funcionó al empresario musical fue haber trabajado con grandes figuras del reggaetón como J Balvin y Blessd, así como con otro artista emergente llamado El Clooy. Su empresa JM World Music S.A.S. creció a niveles abismales cuando además del reggaetón comenzó a fijarse en los réditos de trabajar con íconos de la música popular como Darío Gómez y Jhon Alex Castaño.
