Si la justicia es la base de la estructura de una sociedad, ¿qué podemos decir de nuestra sociedad? Es una gran pregunta a la que no quiero responder como si tuviera la verdad, porque, aunque siempre diga la verdad, no la puedo decir toda.
Desde el siglo XV la justicia ha sido representada por una mujer con ojos vendados, y es así porque la justicia debe ser imparcial, objetiva, sin preferencias. Podemos decir que justicia es lo que se debe hacer de acuerdo a lo razonable y equitativo.
Pero, ¿esos desequilibrios que son evidentes en la justicia colombiana son problema de unos o de todos?, lo pregunto porque si es la base de la estructura social, debe ser precisamente una construcción social. Y la respuesta es: sí, es una construcción social, una respuesta tan simple, tan tonta para muchos, pero cuando vamos revisando casos es más fácil ver el problema.
En un proyecto de ley para regular la detención preventiva, 52 de 102 congresistas se declararon impedidos para votar, argumentando que ellos o sus familiares tenían procesos penales vigentes. ¿La cifra no nos alarma?, creo que no, es folclor colombiano.
Casos como las condenas a seis años por el robo de un caldo de gallina, o a nueve meses por asesinar a dos mujeres y dejar a un hombre en silla de ruedas, son casos comunes, casos que no puede corregir una justicia que no tiene la vista vendada. No puede hacerlo una justicia que está en manos de unas personas con los ojos bien abiertos, y que cruzan los dedos para que no los condenen a prisión; todos esperan, si hay condena, que les den mansión por cárcel.
Y es precisamente por esto que es una construcción social: porque a estos señores no los eligieron sus familiares, fueron miles de personas, que, en muchos casos, profundizan las injusticias al ser beneficiarios del clientelismo.
La sensación que no existe la justicia en Colombia, o que la justicia “solo es para los de ruana”, es inevitable. Pero podemos seguir tranquilos. Si unos obtienen beneficios de una justicia amañada, y otros son víctimas por no tener una voz fuerte para defenderse, en promedio los colombianos sí tienen justicia.