El 5 de junio se celebró el Día Mundial del Medio Ambiente, una fecha creada para que los habitantes de este planeta recuerden la importancia de cuidar el único hogar que tenemos, y, además para desarrollar acciones concretas y urgentes para mitigar la contaminación y remediar los daños que ya se han generado.
Esta fecha obedece a que en ella se efectuó el 5 de junio de 1972 la Primera Cumbre Mundial de Estocolmo (Suecia) para abordar temas del medio ambiente.
Desde allí la preocupación ha sido creciente y se han ido involucrando cada vez más personas, entre gobiernos y líderes ambientales. Cada año se asigna una temática a tratar, en este 2024 se dedica a la urgente necesidad de restaurar las tierras, detener la desertificación y fortalecer la resiliencia a la sequía, bajo el lema “Nuestras tierras… Nuestro futuro. Somos la #GeneraciónRestauración.
En Colombia tenemos un presidente que se ha ocupado por tratar en la agenda pública y en el Plan Nacional de Desarrollo Colombia Potencia de la Vida los temas ambientales, y, en particular los temas de la transición energética; la migración de las energías derivadas de los combustibles fósiles a las energías limpias, como la implementación de los sistemas de transporte eléctricos y la cada vez creciente disposición de paneles solares a nivel doméstico.
Desafortunadamente en estas cumbres, como las del Cambio Climático asisten mandatarios de naciones que no sienten el compromiso de lo que implica el cuidado del medio ambiente, y, por lo tanto, al retornar a sus naciones no aplican los compromisos que firmaron, esa rúbrica se convierte en un canto a la bandera, y pare de contar.
Es por ello, que los líderes ambientales y las bases exigen de sus mandatarios la implementación de políticas públicas que conlleven a un verdadero compromiso de cuidar nuestra casa común. Es de observar, mandatarios títeres que expresan mucha retórica, pero les importa un pepino la preservación del ambiente.
Resulta contradictorio, por ejemplo, que mandatarios firmen que se comprometen a no implementar prácticas tan nocivas como la técnica del fracking en la explotación de petróleo, cuando en sus naciones albergan a concesiones multinacionales que la vienen llevando a la práctica con un daño irreversible al agua.
O la falta de compromiso de parte del exmandatario brasilero Jair Bolsonaro al prenderle fuego a la Amazonia, con el propósito de convertir la selva en una extensa pradera para la implementación de la ganadería intensiva con el propósito de trasformar al Brasil en el primer exportador de carne el mundo.
No podemos ser ajenos a la agenda que proponen los mandatarios de las naciones, pues no hay cuidado del medio ambiente si quienes tienen la obligación no se comprometen. A los ciudadanos de a pie nos queda movilizarnos para exigir que se comprometan los jefes de Estado a orientar una política pública con la mitigación de las contaminaciones y con la reparación del daño causado.
Es por ello que consideramos que el 5 de junio debe ser una jornada de cultura, de batucadas, de marchas, de banderas, de bicicletas y de plantarse frente a las alcaldías, gobernaciones y palacios presidenciales, para exigirle al ejecutivo que muestre el cobre, como lo hizo el mandatario colombiano, Gustavo Petro, al proponerle al legislativo que cree una ley que prohíba las corridas de todos. Hoy ya es realidad, y la gente dice tenemos presidente.
Mencionamos 10 postulados urgentes que requiere el mundo para aproximarse al verdadero cuidado de la casa común:
1. Prohibición de la corrida de toros;
2. Prohibición del fracking en la explotación de petróleo;
3. Erradicar la minería ilegal, control sobre la legal;
4. Acabar con los cultivos de uso ilícito;
5. Implementar acciones que permitan mitigar el cambio climático;
6. Protección de los páramos, como fábricas de agua;
7; promover jornadas de Día sin Carro y el uso de la bicicleta como transporte alternativo;
8. Aplicar la castración o eutanasia a más de 160 hipopótamos de Pablo Escobar, al ser declarados como especie invasora del río Magdalena;
9. Aplicar el tránsito de los combustibles fósiles a las energías limpias; y
10. Crear planes para la instalación de paneles solares en las viviendas.