La corrupción en Colombia desde la perspectiva de la salud pública o epidemiológica, creo yo, se puede clasificar o calificar como una “endemia”. Lo peor es que, desde que tengo uso de razón se viene presentando. Unas veces se oculta y otras veces se visibiliza.
Esta endemia se caracteriza por tener una prevalencia crónica, grave, intensa, continua y que solamente afecta o infecta a las elites políticas y sus aliados, con los cuales se tienen relaciones de orden económico (bienes), financiero (liquidez) y social (roscogramas).
Esta enfermedad que es “consciente”, se podría clasificar como un trastorno del pensamiento (locus de control), donde el mismo sujeto pervierte su racionalidad (incumplimiento a sus deberes), y se asocia con el abuso de poder, negación a los derechos ciudadanos, a la injusta aplicación de la justicia, al enriquecimiento ilícito, negación del otro, al beneficio que se le otorga a ciertos individuos o grupos y hace caso omiso (negación-psicología) a los valores éticos, morales y cívicos.
Los síntomas que identifican esta enfermedad son, entre otros, peculado, concusión, cohecho, sobornos, celebración indebida de contratos, tráfico de influencias, prevaricato, abuso de autoridad, nepotismo, ocultamiento o perdida de información (cierre o supresión de entidades estatales), negación a la accesibilidad de información, contratos especiales, manipulación de procesos judiciales, reformas políticas sin medidas de anticorrupción, entrega de tierras, etc. En lo retorico, exaltación y entrega de premios honoríficos para ciertos personajes (manejo de la imagen), etc.
Mirando el espejo retrovisor y puntualmente la Gran Colombia (1819-1831), se registra que Simón José Antonio de la Santísima Trinidad Bolívar Palacios Ponte y Blanco, estableció la pena de muerte para los corruptos (1824). En su decreto de cuatro (4) artículos, en el segundo señala: “Los jueces a quienes, según la ley, compete este juicio, que en su caso no procediere conforme a este decreto, serán condenados a la misma pena”, (¿cartel de la toga?).
Con la República de Colombia (1886-Hoy) y en el gobierno de Julio César Turbay Ayala (1978-1982), invitó a que se redujera corrupción a “sus justas proporciones”. (¿la familia seguirá con esta misma visión política?)
En el año 2011 se crea el Estatuto Anticorrupción (ley 1474). A pesar de todo lo que se ha venido realizando en contra de este comportamiento que afecta el interés público y beneficia el interés particular, no se han presentado cambios. Por lo contrario, se ha mejorado su modus operandi.
La pregunta importante a esta altura es ¿quién tiene la culpa de la existencia de la corrupción, el que propone, el que acepta o ambos?
Las respuestas pueden ser, que ambos son culpables; otros, pueden afirmar que existen personas que, para ellos, el dinero (ambición desmedida), es su ambición, que no tienen integridad moral y carecen de valores éticos. Para otros que la persona con menos dinero o con ansias de poder, lo llevan a tomar estas decisiones. Y para finalizar, que hay seres humanos que son vulnerables y en consecuencia están presionados a ejecutar actos corruptos, por miedo, temor, amenazas.
Para mi creo, que esas personas son así, como resultado de un contexto social tóxico. Es decir, el contexto es el culpable, es un catalizador, que potencia estos tipos de conducta ilícita.
¿Qué se quiere significar con esto? Pues simplemente que nuestra historia[1], la cultura, las estructuras de poder, las instituciones del estado, nuestras propias acciones como ciudadanos (desesperanza aprendida), los cambios sociales (representaciones sociales impuestas) y de hecho la interacción de estos factores, tienen una gran influencia.
En consecuencia se puede visibilizar: No existe una verdadera separación de poderes (ejecutivo, legislativo, judicial); el acceso al poder político es financiado y sin un verdadero control; los procesos de contratación pública, aparentan el cumplimiento de sus métodos y normas (contratación directa); empleo público, los procesos de selección del talento humano no son transparentes; deterioro del sistema judicial, desvío de procesos judiciales a favor de políticos corruptos (impunidad); el mundo empresarial se presta para el lavado de activos y uso de paraísos fiscales; no existe un análisis, seguimiento y evaluación a la gestión de las entidades del estado; registros estadísticos, no estandarizados, normalizados, ni claros en sus indicadores de gestión y de bajo acceso a la comunidad; falta de educación en la ciudadanía respecto al ejercicio de la política y su verdadera representación; alta rotación entre filiaciones partidistas, ideologías, el conocido transfuguismo; el ejercicio del voto no es voluntario y autónomo, debería ser obligatorio, para evitar su compra o manipulación (¿se volverá más costoso?); las dinámicas sociales, su cultura e identidad colectiva son manipuladas, etc.
Otras evidencias las vemos en las reformas, dentro de las cuales, los favorecidos varían dependiendo la naturaleza, beneficios y repercusiones que les puede acarrear. Estos resultados se reflejan al interior de sus artículos (salud, educación, vivienda, pensional, laboral, agraria, política, tributaria, etc.).
Estas organizaciones (empresas y sectores económicos) o personas son las que se pelean los cambios, que de una u otra manera, buscan es que no se le deterioren sus intereses. Para la sociedad civil, ciudadanos en general[2], grupos marginados, entes del estado, (que deben estar enfocados en su mejoramiento estructural como funcional); frente a ellos; estas reformas tienen poca o ninguna participación como injerencia[3].
Más argumentaciones tenemos: Mockus: “Después de analizar los recientes y escandalosos sucesos nacionales y de analizar las denuncias de corrupción que han registrado los medios de comunicación en los últimos días, es evidente que muchos sectores en la Alianza Verde no han incorporado los principios que dieron lugar a la formación de la colectividad”. Además, expresa: “en consecuencia, siguiendo los preceptos éticos que han sido el fundamento y la bandera de mi vida, he decidido retirarme del partido”
A lo anterior Claudia Nayibe López Hernández manifiesta: “Me sumo a lo expresado por el profesor Antanas Mockus y me retiro junto a él del Partido Verde”. “Llegué con la ola verde que nos inspiró a millones de ciudadanos a entrar a la vida y el servicio público y me voy porque el Partido Verde terminó cooptado y controlado por una minoría petrista que no representa ni honra los valores, prácticas y principios que he defendido y practicado en mi vida”. (resaltado, fuera de texto).
Por si fuera poco, la senadora Angélica Lisbeth Lozano Correa se pronunció, afirmando que el Gobierno tiene “secuestrado al partido”. Aseguró que, “a cambio de puestos, impide que la organización pase a la independencia”. (resaltado, fuera de texto).
La Alianza Verde se creó el dos (2) de octubre de 2009 y allí, entre otros, se encuentran: Katherine Miranda Peña, Catherine Juvinao Clavijo, Olga Lucia Velásquez, Claudia Nayibe López Hernández, Antonio Navarro Wolff, Jaime Navarro Wolff, Angélica Lisbeth Lozano Correa; que los asocio con la afirmación de Mockus: “… es evidente que muchos sectores en la Alianza Verde no han incorporado los principios que dieron lugar a la formación de la colectividad”.
Lo arriba expuesto me pone a pensar si las políticas, normas, estructura y funcionamiento de cualquier organización son mas importantes o son las personas que la componen, que le dan vida.
La respuesta es que juntas son muy valiosas. Unas son la estructura (jerarquía) y cultura organizacional, y otras forman parte de las dinámicas y evidencias de sus procesos, éxitos generados por la excelente toma de decisiones, buen comportamiento, que responden a la razón de ser de su construcción y organización. Lo que allí se percibe es la existencia de un antagonismo entre el “político” y el partido que representa. Se le suma y como ellos lo dan a conocer de manera subliminal, es que su partido no tiene claridad hacia dónde va direccionado: a buscar el voto, buscar un cargo político (eternizarse) o realmente establecer una política pública[4]. En consecuencia, estos personajes lo que querían y posiblemente quieren es tener cargos políticos, sin importar el partido y la política pública, que “socializan”.
Lo dicho se fortalece con el concepto de “cooptado” y la frase “a cambio de puestos, impide que la organización pase a la independencia”.
Respecto de lo arriba expuesto, nos lleva a preguntarnos, estos partidos o grupos políticos: ¿compran voluntades? ¿son una forma de automatizar el comportamiento político en las masas?; Y lo que se busca, dentro del partido, es que se vuelvan o se transformen en operadores automatizados y disciplinados y que a su vez sean disciplinadores (multiplicadores), constructores de otros autómatas.
Para Philip Selznick (1994) en su libro “bases de la teoría de la organización” define cooptar como: “el proceso de absorber nuevos elementos en la cúpula directiva o estructura dirigente de una organización como medio para evitar las amenazas a su estabilidad o existencia”
Johannes Gerschewski (2010), en el documento titulado “The Three Pillars of Stabilty, describe el concepto de cooptación como: “la capacidad de integrar actores estratégicos al poder dominante haciendo uso de mecanismos informales (prebendas, dinero) y formales en la integración al sistema de partidos”
En otras palabras, la cooptación es una herramienta de control político, mediante la cual se obliga a alguien a que “piense” de una manera determinada (cognición condicionada). Lo peor de todo, es que no se permite la transformación política y socioeconómica. En este orden de ideas acuden a unos lideres reconocidos, para “demostrar su legitimidad” como régimen. Son organizaciones políticas cooperativas, que intercambian información, cuidan sus intereses comunes, relaciones de poder, etc. (monopolio de su representación)
Buscándole su antónimo a este concepto (no figura en la real academia española - RAE) sería la descentralización política, participación ciudadana, autonomía, razonamiento colectivo, libertad de expresión, veeduría ciudadana, transparencia institucional y expresión del sentir ciudadano.
Bajo este mismo tipo de análisis, no es el sinónimo de “clientelismo”. Este concepto tiene que ver con el populismo, uso de los recursos del estado para beneficiar, económica o socialmente a otros (personas, grupos, organizaciones), a través del intercambio de favores, etc. (simplemente es corrupción).
Wintrobe (1998) reconoce que el clientelismo busca tanto asegurar la cohesión de la población hacia el grupo dominante que gobierna, como el uso de repartir renta a líderes y dirigentes para evitar fracturas intra-élites. La distribución de recursos es clave, y al hacerse por canales discrecionales y a veces informales, crece en el mundo la fuerza de la corrupción, en el manejo de los asuntos públicos privatizados por los grupos que cooptan instituciones y clientelas. El uso no es sólo para disciplinar y evitar rebeliones, también para tener información y acceso a negocios ilícitos (Stefes 2006).
En consecuencia, las personas que se salen de los partidos, lo hacen con el fin de acomodarse en otros partidos (la política es dinámica) y perpetuasen en el poder y engañar a la población con sus propuestas políticas que jamás van a materializar. Esos programas de gobierno son falacias.
Lo que admiro de todos ellos, es el poder de su oratoria[5] (conmover, persuadir, ilusionar) y el manejo de su imagen, la cual fortalecen para que no se deteriore y por lo contrario buscan dañar la del otro.
Todos estos personajes, son verdaderos alumnos de Nicolás Bernardo de Maquiavelo y de Paul Joseph Goebbles. Este último fue un político alemán, quien se desempeñó como ministro para la ilustración pública y propaganda del tercer Reich (1933 y 1945). Fue muy cercano a Adolf Hitler. Se dio a conocer, por su talento, como un buen orador. Dio lugar al genocidio de los judíos en el llamado holocausto.
Si leen y comparan los 11 principios de la propaganda de este señor, que se relacionan mas adelante, notaran que es verdad y que se sigue manipulando la opinión pública.
- DE SIMPLIFICACIÓN Y DEL ENEMIGO ÚNICO
Adoptar una única idea, un único Símbolo; Individualizar al adversario en un único enemigo.
- DEL MÉTODO DE CONTAGIO
Reunir diversos adversarios en una sola categoría o individuo; Los adversarios han de constituirse en suma individualizada.
- DE LA TRANSPOSICIÓN
Cargar sobre el adversario los propios errores o defectos, respondiendo el ataque con el ataque. “Si no puedes negar las malas noticias, inventa otras que las distraigan”.
- DE LA EXAGERACIÓN Y DESFIGURACIÓN
Convertir cualquier anécdota, por pequeña que sea, en amenaza grave.
- DE LA VULGARIZACIÓN
“Toda propaganda debe ser popular, adaptando su nivel al menos inteligente de los individuos a los que va dirigida. Cuanto más grande sea la masa a convencer, más pequeño ha de ser el esfuerzo mental a realizar. La capacidad receptiva de las masas es limitada y su comprensión escasa; además, tienen gran facilidad para olvidar”.
- DE ORQUESTACIÓN
“La propaganda debe limitarse a un número pequeño de ideas y repetirlas incansablemente, presentadas una y otra vez desde diferentes perspectivas, pero siempre convergiendo sobre el mismo concepto. Sin fisuras ni dudas”. De aquí viene también la famosa frase: “Si una mentira se repite suficientemente, acaba por convertirse en verdad”.
- DE RENOVACIÓN
Hay que emitir constantemente informaciones y argumentos nuevos a un ritmo tal que cuando el adversario responda el público esté ya interesado en otra cosa. Las respuestas del adversario nunca han de poder contrarrestar el nivel creciente de acusaciones.
- DE LA VEROSIMILITUD
Construir argumentos a partir de fuentes diversas, a través de los llamados globos sonda o de informaciones fragmentarias.
- DE LA SILENCIACIÓN
Acallar sobre las cuestiones sobre las que no se tienen argumentos y disimular las noticias que favorecen el adversario, también contraprogramando con la ayuda de medios de comunicación afines.
- DE LA TRANSFUSIÓN
Por regla general la propaganda opera siempre a partir de un sustrato preexistente, ya sea una mitología nacional o un complejo de odios y prejuicios tradicionales; se trata de difundir argumentos que puedan arraigar en actitudes primitivas.
- DE LA UNANIMIDAD
Llegar a convencer a mucha gente que se piensa “como todo el mundo”, creando impresión de unanimidad.
Por último, a esto le podemos sumar el decálogo del escritor francés Sylvain Timsit[6] de las estrategias que utilizan los medios de comunicación y los partidos políticos para manipular el razonamiento colectivo. Todo esto se fortalece y evidencia con una película que les recomiendo que vean, llamada: “El circo de la Fe” (español)[7] o en su título original “Leap of faith”. Otros la conocen como “El Charlatán”.
[1] Ver las2orillas. Políticos: ¿no mirar el espejo retrovisor?
[2] Ver las2orillas: La quinta pata de los diálogos regionales y otras reuniones masivas
[3] Ver las2orillas ¿Para quién es esta reforma?
[4] Ver las2orillas: “¿Qué sería un partido político competitivo?
[5] Las2orillas: “El poder de la palabra”
[6] https://psicologiaymente.com/social/estrategias-de-manipulacion-de-masas
[7] https://www.youtube.com/watch?v=FnAerGIaryQ