Hace algunos años, en el país habían 19 licoreras, hoy solo quedan siete productoras: la Empresa de Licores de Cundinamarca, la Fábrica de Licores de Antioquia, la Fábrica de Licores del Tolima, la Industria de Licores del Valle, la Industria Licorera de Caldas, la Industria Licorera del Cauca y Nueva Licorera de Boyacá. La Unidad de Licores del Meta compra el producto, lo comercializa y algunas de estas grandes licoreras le maquilan el licor a Nariño, Caquetá, Chocó, Huila y Putumayo. La licorera de Cundinamarca, contrario a lo que muchos pensarían tuvo inició con un producto lejos del aguardiente y el ron.
De perfumes a aguardiente: Los inicios de la Empresa Licorera de Cundinamarca
En el corazón de Bogotá, en el año 1905, surgió la idea de crear una empresa dedicada a la producción de perfumes y esencias. Esta iniciativa, impulsada por el entonces Gobernador de Cundinamarca el Doctor Agustín Morales, dio origen a lo que hoy conocemos como la Empresa de Licores de Cundinamarca (ELC). Ubicada inicialmente en la Calle 6 No 14-52 de la capital colombiana, la empresa se embarcó en un camino que la llevaría a convertirse en un ícono de la región y del país.
En 1931, la ELC experimentó un giro; se consolidó como Fábrica de Licores bajo la dependencia de la Secretaría de Hacienda de Cundinamarca. Este cambio marcó el inicio de una nueva etapa, donde la producción de aguardiente se convirtió en el eje central de la empresa.
Fue la primera fábrica en Colombia en adoptar procesos continuos de destilación, con una capacidad instalada de 4.000 litros día, obtenidos a través de la utilización de panela, ingrediente autóctono y de gran arraigo cultural, se convirtió en la materia prima fundamental para la elaboración de sus productos.
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A mediados del siglo XX construyeron la planta que les permitió posicionarse como una de las principales marcas de aguardiente a nivel nacional. Dicha instalación sucumbió ante los nuevos retos. En 1950, se introdujo mayor tecnología para mejorar los productos y en especial los licores, envasándose en aquella época Ginebra Boutiq, Aguardiente Plantino, Tequendama y Suave, los rones Cundinamarca, Dorado, Gran Bogotá, y Santafé de Bogotá, así como vodka, cremas y el envasado de whisky y coñac importados a granel.
En 1958, la Asamblea de Cundinamarca dio un paso crucial al convertir la entidad en Empresa Comercial e Industrial del Estado. Este hecho marcó un nuevo capítulo en su trayectoria, permitiéndole ampliar sus horizontes y consolidarse como un actor fundamental en la industria licorera colombiana.
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Un año más tarde, en 1959, la empresa dio un salto tecnológico al instalar nuevos equipos de destilación. Esta inversión le permitió duplicar su capacidad de producción, incrementaron la capacidad instalada de 4.000 a 10.000 litros diarios.
En 1962 el aguardiente Néctar se posiciona como producto líder de la empresa y se comenzó a consolidar en el mercado la marca Néctar que aún genera posicionamiento, reconocimiento y valoración a la Empresa de Licores de Cundinamarca.
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Para mediados de la época de los sesenta, la empresa contaba con trece líneas de productos y adicional a estos, los alcoholes antiséptico, etílico e impotable. Con el fin de obtener una mejor calidad de su producto estrella y procurar un posicionamiento mayor en el mercado se le introducen cambios en la presentación del Aguardiente Néctar y se suspende la producción de los demás licores.
En la actualidad, la ELC se mantiene como una de las empresas licoreras más importantes de Colombia. Su portafolio de productos, conformado por marcas reconocidas como Aguardiente Néctar, Ron Santa Fe y Néctar Dorado, goza de gran aceptación en el mercado nacional e internacional.
En 2005, la empresa adquirió un terreno en Cota para construir nuevas instalaciones para la licorera. Pero solo 10 años después, en 2015, comenzaron la adecuación de la infraestructura, la gestión logística del traslado y la modernización del área administrativa y de la planta. La primera producción de aguardiente en la nueva fabrica se obtuvo el 5 de diciembre de ese año, envasando 300 mil unidades y dos años más tarde se inició la operación al 100%.
Durante el año 2021 la #ELC hizo su primera exportación de Ron SantaFe y Aguardiente Dorado a los Estados Unidos.
A lo largo de más de un siglo de historia, la Empresa de Licores de Cundinamarca ha tejido una trayectoria marcada por la tradición, la innovación y el compromiso social. Sus productos han acompañado las celebraciones y momentos especiales de millones de colombianos, convirtiéndose en un símbolo de identidad cultural y orgullo nacional.
En 2024, Javier Fernando Rubiano fue nombrado gerente de la Empresa de Licores de Cundinamarca. se ha desempeñado en empresas nacionales y multinacionales liderando equipos de mercadeo. Además, cuenta con 25 años como profesor universitario en diversas instituciones académicas entre las que se encuentran la Universidad de los Andes, la Universidad Jorge Tadeo Lozano, la Universidad de La Salle y la Universidad Industrial de Santander, entre otras.
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