Quienes han tenido gatos saben que en la mayoría de los casos estos tiernos animales tienden a pedir más comida incluso de forma insistente o desesperada cuando aun tienen en sus platos. Un comportamiento que causa curiosidad y confusión.
Algunos cuidadores toman esto como un capricho del animal pero no lo es, de hecho depende de la rutina a la que lo ha acostumbrado inconscientemente y a una cuestión biológica. Según Pets Life, sitio especializado en animales, depende de cómo esté acostumbrado a comer el gato.
Lo que recomiendan es que le deje el plato con comida durante el día para que el animal escoja en qué momento comer según sus necesidades. Ya que si no lo hace de esa forma puede que malacostumbre a su gato a ver el plato lleno, por lo que al ver que se acaba la comida se pone ansioso y pide más.
En otros casos, puede que al ver su comida allí por varias horas ya no le parezca fresca por lo tanto no la ve rica ni le apetece. Si este es el caso, es mejor que le sirva porciones pequeñas que se acaben más rápido y así debe rellenarla varias veces al día pero siempre se le apetecerá.
Una última razón puede deberse a algo biológico, los gatos tienen ciertos pelos largos y gruesos muy sensibles en cejas, bigotes y cerca de sus patas. Estos pueden resultar muy incómodos para comer si el plato no es el adecuado. Si es plano y pequeño solo podrá alcanzar el alimento de las orillas y le pedirá más comida sólo por comodidad.
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