El presidente de Nicaragua Daniel Ortega le facilitó el asilo al expresidente Ricardo Martinelli para que pudiera evadir la justicia de Panamá que lo condenó a diez años de cárcel por blanqueo de capitales al adquirir una editorial con fondos públicos durante su gobierno (2009-2014). Además, está imputado por espionaje telefónico y sobornos de la constructora Odebrecht.
Martinelli se refugió en la embajada de Nicaragua en Ciudad de Panamá el 7 de febrero con sus muebles, incluidos un sofá y un escritorio, así como su perro, Bruno. Recibió el asilo de Nicaragua días después de que la Corte Suprema de Panamá rechazara su apelación.
El expresidente manejó desde allí las elecciones –defensa judicial, alianzas políticas-, que terminaron favoreciendo a su candidato José Raúl Mulino, su mano derecha desde siempre. Fue el escogido para tomar la candidatura de Realizando Metas y Alianza el 4 de marzo cuando el Tribunal Electoral inhabilitó a Martinelli.
Mulino era su carta para la vicepresidencia y durante la campaña se mantuvo como eje central la simbiosis entre los dos. “Martinli es Mulino , Mulino es Martinelli” fue el eslogan. La razón de mantenerse a la sombra del candidato es que no obstante los casos de corrupción en su contra, el exmandatario dueño de Super 99, una poderosa cadena de supermercados, goza de una enorme popularidad y comandaba cómodamente las encuestas. Parecería claro que el gobierno que llega con Mulino es el de Martinelli en la sombra.
Sin recato alguno Mulino visitó al exmandatario asilado en la embajada de Nicaragua este domingo electoral y anunció antes de ser elegido que ayudaría a Martinelli. “Es un tema que tengo que estudiar en su momento, pero de que lo voy a ayudar, lo voy a ayudar. Y lo digo para que no existan sorpresas, porque los antecedentes están en el cúmulo de violaciones que ha sufrido todo este tiempo. Al que le guste bien, y al que no también”.
Mulino, caracterizado por la mano dura contra el crimen organizado cuando fue ministro de Seguridad de Martinelli, estuvo en prisión por delitos contra la administración pública pero el juicio fue anulado por errores procesales.
El nuevo presidente de Panamá ganó con amplia diferencia frente a sus adversarios directos, que vieron cómo se dividían los votos entre ellos. Con más del 87 % de los votos escrutados, logró el 34,4 %, frente al 25 % del antisistema Ricardo Lombana, del Movimiento Otro Camino (Moca), el 16 % del expresidente Martín Torrijos (2004-2009), del Partido Popular (PP), y el 11,2 % de Rómulo Roux, de Cambio Democrático (CD).
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El mandatario recibe a Panamá con una economía que creció 7,3 % en 2023, pero este año apenas si llegará a 2,5 % según el FMI, golpeada por la sequía que afecta al canal y el cierre de una mina de cobre tras masivas protestas en defensa del ambiente.
