Han pasado cinco años. El Presidente Álvaro Uribe y el director de la Red de Solidaridad Social, Luis Alfonso Hoyos, entregan la obra prometida por Andrés Pastrana. Son 264 casas, un polideportivo, tres parques infantiles, un colegio, un centro de salud, una iglesia, una biblioteca y un malecón. 1200 personas dejan atrás sus chozas de madera y su río. Estrenan ahora casas de concreto en un alto, lejos de las inundaciones. De espaldas al Atrato, sin paisaje, sin corriente para lavar la ropa, ni agua fresca para bañarse. El 2 de mayo también quedaron enterradas las costumbres de un pueblo. La nueva arquitectura los obligó a cambiar.