Boyacá está dividido en 123 municipios, de estos algunos son más reconocidos que otros como es el caso de Tunja, su capital, Ráquira, Paipa, Nobsa, Tibasosa, Villa de Leyva, entre muchos otros. Uno de ellos es popular por ser la cuna del tejo, deporte nacional. Además, este lugar es un destino turistico imperdible para quienes desean conocer historias únicas y dejarse maravillar por los paisajes boyacenses.
Cuando el visitante llega a la plaza central de Turmequé podrá conocer uno de los tesoros emblemáticos de la nación; la famosa Capilla Sixtina colombiana, llamada así por los numerosos murales e imágenes religiosas que hay en su interior datados entre 1590 y 1615.
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Las 28 pinturas murales de la iglesia de Nuestra Señora del Rosario de Turmequé permanecieron escondidas bajo viejas capas de pintura durante más de un siglo, hasta que 1989, por accidente fueron reveladas. Según cuentan, las pinturas rupestres estaban sepultadas bajo muchas capas de pintura y un día cuando se disponían a colgar un cuadro se cayó un trozo de una pared y dejo al descubierto un demonio.
En ese momento la pintura que había sido revelada escandalizo a la comunidad, sin embargo, cuando siguieron revelando los murales que se escondían, encontraron que se trataban de imágenes sobre como los españoles adoctrinaron a las comunidades indígenas.
Desde entonces las imágenes del interior de la iglesia han tenido un proceso lento de restauración que hoy en día es orgullo no solo del municipio de Boyacá, sino del país. Imágenes religiosas del Antiguo y Nuevo Testamento, escenas marianas y de santos.
La iglesia fue construida fue construida entre 1570 y 1582, y declarada Bien de Interés Cultural de Carácter Nacional en 1989. El conjunto de pinturas que se encuentran en su interior, cuya temática es netamente religiosa, constituye una de las más importantes muestras de la producción artística del periodo colonial.
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