El martes pasado el Ministerio de Salud y Protección Social publicó un borrador del que sería el nuevo manual tarifario en salud, que es un documento que estipula las tarifas de los procedimientos médicos que se realizan en el país, con la finalidad de que no existan sobre costes entre una u otra parte del territorio. La gran sorpresa que se llevaron varios miembros del cuerpo médico y demás asociaciones científicas es que los precios de diferentes procedimientos y tarifas para consultas con médicos generales y especialistas bajaron significativamente, contrario a lo que se esperó dentro de los planes de mejora en salud referidos por el gobierno actual.
Ahora bien, lo más preocupante del asunto son las posturas políticas y comentarios que desde ya han empezado a surgir dentro del gremio médico y las IPS, como por ejemplo lo mencionado por el presidente del colegio médico de Antioquia, el doctor Carlos Valdivieso, quien afirma que de no hacer las modificaciones adecuadas se correría el riesgo de que se produzca la “desaparición de cirugías de alta complejidad y migración de muchos especialistas”, lo que ya es un problema en el país, pues según datos de la OMS Colombia no cumple con los requerimientos de 3,5 especialistas por cada 1.000 habitantes.
En términos de economía, esto vuelve insostenible el modelo porque la regulación de dichos precios en el mercado no es competitiva a largo plazo, generando con ello una disminución de la accesibilidad a los servicios y procedimientos. Uno de los ejemplos más sonados ha sido la disminución del precio de un TAC de cráneo simple, que con el manual que circula actualmente cuesta 725.400 pero con el nuevo decreto pasaría a costar 157.526… muy difícilmente alguna IPS estaría dispuesta a dar el servicio por tan bajo precio.
Otra de las apuestas de este nuevo modelo tarifario tiene que ver con las intervenciones realizadas por médicos generales en lugares apartados del país, donde se manifiesta que estos podrán hacer labores de especialistas por la falta de los mismos y que de hacerlo, se les pagará el 70% del costo total establecido en el manual, lo que podría poner en riesgo la salud y el bienestar de los pacientes al no contar con un personal 100% capacitado para realizar labores que, los especialistas en la rama, demoran hasta 3 años en aprender.
Generalmente cuando se hacen reajustes al manual tarifario en salud se concilia con el gremio médico y representantes de la comunidad para llegar a acuerdos que sean beneficiosos para cada institución, sin embargo, este no fue el caso y ha sido una de las mayores quejas del personal en salud.
Si bien es necesario hacer un reajuste en el sistema de salud actual, que brinde mejores garantías de accesibilidad para la población en general, no parecer ser una estrategia efectiva reducir costos a tan alto grado, corriendo el riesgo de aumentar la tasa de migración de especialistas y poniendo en peligro la salud de las comunidades mas vulnerables. Para llegar a la Colombia profunda se necesita aumentar la inversión en salud, que los servidores públicos que trabajan en estos espacios de decisión diseñen políticas públicas en salud efectivas junto a los entes involucrados, brinden garantías económicas y de seguridad al personal médico para que puedan trabajar en cada rincón del país y doten a las instituciones con insumos básicos para brindar una atención de calidad.
El reporte final con los nuevos cambios que se realizarán en el manual tarifario saldrá a inicios del mes de mayo, esperamos que puedan ser tenidas en cuenta las opiniones y sugerencias realizadas por expertos en el tema, economistas, médicos y comunidad en general.