El problema de la hoja de coca (uno de cuyos principios activos, entre varios, es el de insumo para la elaboración de la cocaína) es un problema transfronterizo ante el cual los gobiernos vienen haciendo frente. El asunto se complica cuando los cultivos de hoja coca crecen en áreas de especial importancia ambiental, es decir, en zonas consideradas de alto valor para la fauna y la flora.
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Hacer frente a esa realidad que viven miles de familias que quieren dejar atrás el cultivo de hoja de coca para pasar a otras opciones de economías legales es el desafío que lidera la Dirección de Sustitución de Cultivos Ilícitos (DSCI). En esa transición de apostar por nuevos cultivos, el nuevo desafío es incluir el factor de la conservación natural.
Desde la DSCI, entidad liderada por Felipe Tascón, se tiene claro que cualquier iniciativa de conservación que se quiera establecer en los territorios debe concebir una iniciativa productiva que genere ingresos y sustentabilidad a las familias campesinas, pues como bien dicen en las comunidades: "con hambre no se puede conservar".
En ese sentido, la DSCI, en su rol de gestor del cambio, viene acompañando procesos de sustitución de cultivos ilícitos para que las familias accedan a otras experiencias de sustento. En esta ocasión, como se vivió recientemente, acompañó el cambio por experiencias de turismo comunitario.
El lugar de encuentro fue el departamento del Valle del Cauca, puntualmente en el Parque nacional natural Farallones de Cali (una de las 59 áreas protegidas del sistema de Parques Nacionales Naturales de Colombia y una de las más antiguas, creada en 1968). El parque es un área protegida especial para el país, pues aunque se halla dentro de la zona del Chocó biogeográfico (lo que la hace una de las más diversas en fauna) ha tenido producción de coca. Es justamente por esto que las comunidades han decidido apostar por iniciativas de ecoturismo.
#AEstaHora | Primer día del Proyecto Triangular CIAPCOPE, un evento organizado por la GIZ para intercambiar experiencias entre Colombia y Perú sobre el fenómeno de cultivos de uso ilícito en áreas de especial importancia ambiental (1/2) pic.twitter.com/7lh9Qv28BU
— Dirección Sustitución de Cultivos de Uso Ilícito (@SoySustitucion) March 11, 2024
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Allí, la DSCI lideró el primer intercambio de experiencias con familias campesinas: un ejercicio de diálogo que, según Xiomara Albarrán, del equipo de Tierras de la Dirección, sumó esfuerzos con Parques Nacional Naturales y el Ministerio de Justicia, y permitió hablar de gobernanza ambiental para darle a las comunidades toda la confianza y el acompañamiento a la hora de vislumbrar nuevos escenarios de economía legal para su sustento.