El pasado 17 de marzo del 2024, el presidente Gustavo Petro anunciaba la ruptura de la tregua firmada entre su gobierno y las disidencias de las Farc, conocidas también como Estado Mayor Central (EMC).
La decisión del mandatario de los colombianos, sobre la suspensión del cese bilateral al fuego que se adelantaba con esa estructura criminal, fue objeto de voces a favor y en contra por parte de quienes consideran, que la manera como se adelantan las conversaciones, debilita la institucionalidad y fortalece las estructuras al servicio del crimen.
Petro, se atrincheró en su cuartel general, “su red social X”, plataforma que de manera torpe utiliza, para dirigir su gobierno y desde la cual despide a funcionarios, remplaza al ministerio de relaciones exteriores y es más la que lo hace olvidar que es un presidente de la república y lo convierte en el activista con mayores desaciertos de nuestra historia...
Fue esa misma plataforma que uso para enfrentarse a Iván Mordisco, jefe de una fracción de las disidencias de las farc y a la vez exaltar la memoria del legendario guerrillero Manuel Marulanda Vélez, a quien se refirió, como un verdadero revolucionario.
Las declaraciones de Gustavo Petro, son una ofensa al universo de víctimas que dejo a su paso el legado de Marulanda Vélez, quien se alzó en armas para enfrentar al estado, pero que su osadía lo llevo a cometer los peores crímenes en la historia de Colombia, sus acciones violentas no solo las dirigieron sus hombres en contra de la fuerza pública, también secuestraron, reclutaron niños, hasta arrasaron poblaciones enteras con la justificación de aplicar la justicia social, esa que tiene a miles de sus hombres sacándole el quite a una justicia transicional a su medida.
Reconocer a Manuel Marulanda Vélez, como el hombre que se levantó en armas con el más noble propósito de hacer una revolución de verdad, también podría considerarse como un acto de incumplimiento de los acuerdos de paz, firmado entre el gobierno del entonces Juan Manuel Santos y la extinta guerrilla de la Farc.
Según Petro el legado de Marulanda no debe ser usado por quienes asesinan a líderes sociales en Colombia, en un claro e incondicional respaldo a los crímenes que perpetraron las Farc desde su nacimiento.
Estas declaraciones del presidente nos llevan a preguntarnos ¿para qué se creó la JEP?, jamás ha existido la necesidad de crear un tribunal en Colombia para juzgar las obras de Gabriel García Márquez, las esculturas del Maestro Fernando Botero o los experimentos científicos del Dr. Manuel Elkin Patarroyo, así que en ese orden de idea presidente Petro, llamemos las cosas como son, en nombre del pueblo que lo eligió, no se deje tentar por sus inclinaciones ideológicas y no trate de enderezar el camino de quien en principio tendría razones para el alzamiento en armas, pero a la vez tuvo la oportunidad de reivindicarse ante el país, por las acciones violentas que ocasiono el monstruo que creo (las Farc).
Es totalmente contradictorio su punto de vista, frente a Manuel Marulanda Vélez, a quien considera de un verdadero revolucionario, mientras la JEP y las víctimas esperan conocer la verdad ante los crímenes que se cometieron en el marco del conflicto, los tribunales no se crean para juzgar acciones loables, por el contrario, ante la justicia se lleva a quienes quebrantan la ley, esa que un país que se respete jamás podría vestir a los criminales de próceres.