Las reformas sociales son necesarias. En particular las de salud, educación, pensional y laboral son el resultado, primero del estallido social y segundo del triunfo electoral el 19 de junio de 2022 del hoy presidente de los colombianos Gustavo Petro.
La reforma a la salud elimina la intermediación financiera y laboral y enfatiza en un sistema preventivo. La educativa determina la educación como un derecho fundamental y llama a mejorar sus recursos en el Sistema General de Participación SGP. La pensional fortalece el sistema público en Colpensiones y atiende en el pilar solidario una renta básica para la vejez. Y la laboral establece estabilidad, regula la intermediación, formaliza, recupera recargo nocturno y dominicales y festivos y establece los estándares internacionales de la OIT en materia de derecho de asociación, negociación y huelga.
Es decir, dichas reformas restablecen como derechos fundamentales, lo que el neoliberalismo y sus gobiernos proempresariales en los 33 años que los ejercieron, los convirtieron en jugosos negocios, privatizando la salud y las pensiones, imponiendo así el paseo de la muerte, intentando también privatizar la educación y flexibilizando el contrato laboral y reduciendo su valor en la paga, es decir empobreciendo a los trabajadores.
Sin embargo, el trámite de dichas reformas sociales están en un punto muy delicado.
La reforma a la salud, a pesar de haber sido aprobada en dos debates en la cámara, en el tercer debate en la comisión 7 del senado, 9 de 14 senadores solicitan su hundimiento. Dichos senadores dos son el Centro Democrático, dos de los conservadores, un liberal, una de la U, una de Colombia Justa y Libre, una de la ASI y una del Mira.
La pensional, con un solo debate aprobado de los 4 requeridos, la han dilatado en la plenaria del Senado. Desde el mes de julio ha estado engavetada y hoy ha sido aplazado el debate en 4 oportunidades por falta de quórum, teniendo 2 ponencias negativas, una alternativa y una positiva. La positiva es de la bancada del Pacto Histórico.
Las reformas de salud y pensional, deben ser aprobadas en los 4 debates antes del 20 de junio. Como se ve muy difícil.
La de la educación está aprobada en primer debate en la cámara y va para plenaria con ponencia positiva del Pacto Histórico. Falta que en el mes de julio se presente el acto legislativo para incrementar el presupuesto del SGP.
Y por último la laboral, que solo han aprobado 16 artículos de los 93 que tiene. Se aprobó la recuperación del recargo nocturno y los dominicales y festivos. Hoy esta reforma tiene 269 proposiciones, de las cuales 80 proposiciones son eliminatorias, y de las cuales el empresariado enfatiza en que no debe aprobarse nada en la parte colectiva sindical, haciendo el trámite engorroso y muy riesgoso en su aprobación.
Están hundidas, muertas se diría coloquialmente. Esa es la aspiración del gran empresariado y los partidos de la oligarquía
Al respecto se debería contestar, que de no aprobarse las mencionadas reformas, el nivel de conflictividad social y política va a incrementarse. Es decir, el establecimiento neoliberal no ha comprendido a cabalidad el estallido social y la llegada del gobierno del cambio, a pesar de que no están contenidos en las reformas, todos los derechos arrebatados. Solo se tocan parte de los privilegios empresariales.
Los sectores sociales y políticos que han reclamado en la calle y en las urnas estos cambios, no se van a quedar callados ni quietos.
Tal como se dice en el argot sindical, sin movilización social y popular no habrá reformas, por lo cual, sectores sociales como el Comando Nacional Unitario, de las centrales CUT, CGT y CTC y las confederaciones de pensionados, la Coordinadora Nacional por el cambio, la Federación de Comunales de Colombia, la ONIC, y otras organizaciones de jóvenes, mujeres, diversidades étnicas y sexuales, en conjunto con el Pacto Histórico y parlamentarios Verdes, han decidido convocar al constituyente primario, el pueblo, a una masiva, portentosa y pacífica movilización, en todo el territorio nacional para el 9 de abril, día nacional de las víctimas del conflicto, pero también de la ley 100 y en respaldo a las reformas sociales del cambio. Así podría el constituyente primario resucitarlas.
Si se quiere que en Colombia no prospere más incertidumbre, como dicen los empresarios, pues se debe avanzar en recuperar derechos. No hacerlo es profundizar la desigualdad y persistir en la conflictividad social y laboral.
Postdata: el 9 de abril a la calle. Será la voz y el mando del constituyente primario. ¡El pueblo se respeta carajo! El CNU está convocando en Bogotá desde las 9 am en el Parque Nacional para marchar hasta la Plaza de Bolívar.
X: fabioariascut