Manizales tiene 400 000 habitantes aproximadamente, 25 000 de ellos habitan y conviven en la comuna San José en pleno centro de la ciudad. Esta tiene 20 barrios, la gran mayoría se encuentran en los estratos 1 y 2. Desde el año 2009 se está implementando el Macroproyecto San José, justificado como de Interés Social Nacional por el cúmulo de necesidades básicas insatisfechas, violencia, expendio de drogas, entre otros problemas que no son ajenos amuchos otros lugares de la ciudad.Lo paradójico es que después del inicio de este Macroproyecto problemáticas mencionadas se han agudizado.
Pero San José tiene otras características, además de estar ubicada en el centro de Manizales, tiene en su interior la plaza de mercado más importante de la ciudad. En el año 2007 se formuló un Plan Parcial de Renovación Urbana de la galería, un ejercicio que contó con amplia participación y aceptación de la comunidad, pero cayó en el olvido tras la aprobación del Macroproyecto por el gobierno nacional, tal vez porque hace parte de uno de los mejores lugares para construir ya que es una planicie en el mar de montañas y faldas que tiene Manizales.
Como se puede apreciar es todo un conjunto nada despreciable para tomar decisiones desde lo político en temas de ordenamiento territorial; sin embargo hoy se ha reducido a un proyecto inmobiliario de generación de plusvalías urbanas para beneficio económico de unos cuantos. Además debe quedar claro que San José era un referente histórico y cultural de Manizales y hoy está en ruinas sin importar su tradición, sus redes familiares y sociales y sin importar la vida en sí misma. Destruyeron la Comuna.
Los inicios de esta catástrofe empiezan con la ponencia ante la Comisión Quinta del Senado el 1 de septiembre de 2009, por parte del alcalde de ese tiempo Juan Manuel Llano Uribe y el senador conservador Luis Emilio Sierra. Sus palabras además de mentirosas, fueron dañinas y peligrosas, tan peligrosas que el Macroproyecto fue aprobado (Ver video). En aras de la verdad, es posible que el proyecto no sea tan malo, pero su ejecución fue la más nefasta que se haya podido hacer.
Pasar por San José es doloroso, triste y desolador, no se ven avances y al hablar con la comunidad que aún queda allí es desesperanzador. El gobierno local actual, que hace parte de la misma línea política de Llano y Sierra, son cómplices de este macrodesastre, porque pese a que no son los gestores intelectuales, se convirtieron en actores materiales y siguen defendiendo a capa y espada esta locura por medio de varias resoluciones modificatorias que dejan atrás el llamado “Interés Social Nacional” y profundizan en el verdadero propósito: trasladar las plusvalías urbanas generadas con recursos públicos a algunos inversionistas privados.
Cuando hay catástrofes naturales, estas no dan espera, tumban, arrasan y acaban con todo a su paso, sin importar ni respetar clases sociales, edad o género; pero esta verdadera catástrofe diseñada, planeada, ejecutada e ignorada por parte de la clase dirigente manizaleña, es agónica, excluyente e insoportablemente lenta.
Decir que San José no tiene salvación sería una exageración, pero si no hay voluntad política, decisión administrativa y claridad en el uso de los recursos financieros, las duras consecuencias serán mayores. Hoy nuestras exigencias están enfocadas en la reformulación del Macroproyecto, donde la prioridad sea la protección de los derechos humanos y del derecho a la ciudad que tienen estas 25 000 personas, en proceso de expulsión y desplazamiento intraurbano. En seis años de ejecución no se ha entregado ni una sola vivienda para los habitantes de la comuna, en cambio se realiza una serie de intervenciones en materia de movilidad, cuyos beneficiarios directos no son los habitantes sino las activiades comerciales que desde el inicio del macroproyeto se localizaron en estos predios.
Está claro, la gran mayoría de personas de Manizales no conocen el Macroproyecto y su situación actual, es más, pocos manizaleños conocen la comuna San José, pero la administración local sigue vociferando a los cuatro vientos que la ciudadanía legitima este desastre.
Pero para acabar de rematar el panorama, el Ministerio de Vivienda Ciudad y Territorio, con corte al 31 de enero de 2015, muestra que de los aproximadamente 200 000 millones de pesos invertidosen San José, de los cuales 40 000 millones han sido recursos de la nación, es el que más resoluciones de modificación tiene, seis en total, y el que menos resultados ha mostrado, tan solo 24 soluciones de vivienda sin adjudicar por demoras en el reforzamiento estructural de los taludes que deben sostener estos edificios luego de un deslizamiento en su base y 13 Subsidios Familiares de Vivienda asignados, toda una muestra de mala planificación, de derroche y corrupción de los recursos públicos.
@julianelpolit