Javier Milei en días recientes afirmó que Argentina empezaba “a desandar el camino de la decadencia” y que el país “tenía la resiliencia para salir adelante”. Milei citó al profesor Alberto Benegas Lynch, hijo, quien afirmaba: “El liberalismo es el respeto irrestricto del proyecto de vida del prójimo, basado en el principio de no agresión, en defensa del derecho a la vida, a la libertad y a la propiedad, cuyas instituciones fundamentales son la propiedad privada, los mercados libres de intervención estatal, la libre competencia, la división del trabajo y la ‘cooperación social’”. Para Milei, las palabras de Benegas Lynch son “la esencia del nuevo contrato social que eligieron los argentinos… Este nuevo contrato social nos propone un país distinto, un país en el que el Estado no dirija nuestras vidas, sino que vele por nuestros derechos; un país en el que el que las hace las paga; un país en el que quien corta la calle violando los derechos de sus conciudadanos, no recibe la asistencia de la sociedad. Puesto en otros términos, el que corta no cobra”.
En Colombia, por el contrario, estamos tratando de hacer exactamente lo contrario que plantea Milei para Argentina. Todas las reformas que ha introducido este gobierno, lejos de ampliar los derechos de los ciudadanos, lo que buscan es cada día restringir más su campo de acción. Lejos de respetar instituciones fundamentales como la propiedad privada, los mercados libres de intervención estatal, y la libre competencia, lo que este gobierno busca es ampliar la intervención del estado a expensas del individuo.
La parte más grave de la estatizacion de la salud, es que es precisamente la casta política dominante la que termina decidiendo a quién se atiende o no
Las principales reformas del gobierno, como es la de la salud lo que busca es estatizar y poner en manos del estado la totalidad de la prestación de salud de los colombianos, desapareciendo el papel que pueda jugar el sector privado. La reforma de la salud de este gobierno crea un cuello de botella: autorizaciones y remisiones dependerán de funcionarios de las Adres quienes “modularán la oferta” pero en realidad restringirán el acceso a los servicios. Pero la parte más grave de la estatizacion de la salud, es que es precisamente la casta politica dominante la que termina decidiendo a quién se atiende o no.
El tema de las pensiones es igualmente grave: el ahorro de los trabajadores va a pasar es a manos del Estado quien será el que señale dónde se invierten esos fondos o qué se va a hacer con el rendimiento financiero de esos recursos. Corficolombiana calcula que el ahorro pensional en cuentas individuales disminuiría de 24,1 % del PIB en 2022 a solo 14,2 % del PIB en 2039, lo que motivaría liquidaciones parciales del portafolio de las Administradoras de Fondos de Pensiones. Para Asofondos, “Es un proyecto que parece querer un mejor pasado, nos envía a la década de los 70, parece ser un retorno en lo Pensional al viejo seguro social y nos preocupa que Colpensiones no tenga la capacidad para manejar los cuantiosos recursos”.