Para convertirse en un emprendedor hay que tener valentía, claro; pero también hay que ser un “ducho” en lo que se quiere crear y en lo que se quiere ofrecer a la gente como experiencia. Ejemplos de eso puede haber por montones; pero uno de los más importantes, al menos hablando del mercado de los postres en Colombia, ha sido el de Ricky Jaar, creador y dueño de Cookie Jaar, la marca de galletas calientes que se ha convertido en un hit en el país.
Y es que, si se habla de crecimiento exponencial, esta compañía, que el barranquillero fundó con ayuda del cantante Andrés Cepeda, ha logrado conquistar a 11 ciudades en menos de 10 años, además de alcanzar una alianza con Popsy que la ha hecho muchísimo más conocida entre los amantes del helado. El viaje de la marca ha sido intenso, así como el de su creador, que antes de inclinarse por este mundo de la pastelería, logró deleitar a los más finos paladares gracias a sus estudios de gastronomía.
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La vida de Ricky Jaar antes de ser el dueño de Cookie Jaar
Ricky Jaar nació en Barranquilla, en el seno de una familia que desde pequeño le enseñó el amor por la cocina. De ascendencia árabe, los platos que saboreó desde su niñez tenían una magia que solamente las especias de medio oriente pueden darle a la comida, por lo que, al terminar sus estudios de bachillerato, decidió lanzarse a cumplir el sueño de querer ser un gran chef y viajó hasta Canadá, más exactamente a Montreal, para estudiar Gastronomía y gestión de restaurante en La Salle College, una de las más importantes del país norteamericano.
Tras tres años de estudios, el barranquillero logró obtener su título como Chef y, apasionado por conocer el mundo, emprendió un viaje en el que probó y estudió un sinfín de recetas que lo llevaron a cocinarle a algunos de los rostros más reconocidos de la farándula internacional. Con la experiencia de las distintas culturas y de los distintos sabores, creó una línea de banquetes llamada ManJaar, y con ella cautivó los paladares de cantantes como Ricardo Montaner, Gilberto Santa Rosa, Carlos Vives y más.
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La creación de la marca junto a Andrés Cepeda
Después de viajar por distintos países y obtener cierto reconocimiento como gastrónomo, trabajando para los empresarios Gerónimo Basile y Maurizio Mancini, dueños de los restaurantes NN, Kong y Magnolio, Ricky Jaar decidió echar raíces en su natal Barranquilla y llevar a cabo un negocio que había estado ideando durante un buen tiempo. Para ese entonces, en 2015, decidió apostarle a las deliciosas, pero poco conocidas, galletas calientes y entonces se inventó Cookie Jaar.
Aun así, la fundación de la marca no fue una cuestión de soplar y hacer botellas, y antes de lograr inaugurar su primer local en la Puerta de oro de Colombia, tuvo que tocar algunas puertas de algunos inversionistas. Fue entonces cuando apareció Andrés Cepeda, un amigo que le había dejado su otra pasión, la música, y unieron fuerzas para que el sueño de Ricky se hiciera realidad de una vez por todas.
“Para mí siempre ha sido muy interesante entrar en otros negocios. Yo siempre he sido muy inquieto con esos temas y he comprendido la posibilidad de una carrera artística con todas esas paticas” comentó alguna vez el cantante, precisamente en un evento de lanzamiento de Cookie Jaar, cuando a través de sus redes sociales publicaba recurrentemente su vida afuera de los escenarios.
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Su alianza con Popsy y la conquista nacional
Después de la inauguración de la primera tienda en Barranquilla, el éxito le sonrió a Ricky Jaar y a Andrés Cepeda y su marca rápidamente empezó a extenderse por todo el país, llegando primero a Bogotá y luego teniendo 15 locales a nivel nacional. Para 2017, arribó otra gran empresa, Popsy, y ese fue otro trampolín para que Cookie Jaar despegara y se convirtiera en una de las compañías líderes de las galletas calientes en Colombia.
Hoy, casi 10 años después de su inauguración, la empresa tiene presencia en Barranquilla, Bello, Bogotá, Bucaramanga, Cali, Cartagena, Cúcuta, Envigado, Medellín, Santa Marta y Tunja, y cuenta con 25 locales, 11 de ellos en la capital del país. Su alianza con Popsy la ha hecho explorar otros tipos de experiencias, como el ‘Blast Bar’, un formato en donde la galleta se combina con el helado en sabores dulces tradicionales, pero también salados innovadores, y que sigue aumentando su reconocimiento en el país.
Así mismo, Ricky Jaar continua al mando de la empresa, como CEO, y aunque no se sabe si Andrés Cepeda continua o no en el negocio, pues hace bastante rato que no promociona a Cookie Jaar en sus redes sociales, lo cierto es que aportó para que su gran amigo pudiese cumplir su sueño y, a día de hoy, tener su apellido plasmado en el logo de una de las compañías que tiene mayor proyección en el país.