Hace años, Wilson Manyoma reveló en una entrevista uno de los mayores secretos del Joe Arroyo. El Centurión de la Salsa no era marihuanero como muchos imaginaban, sino que se había enganchado en las calles con una droga mucho peor: el bazuco.
No lo contó con malas intenciones, sino intentando aportar información que ayudara a entender la decadencia de su amigo. Aunque Joe Arroyo descubrió el bazuco en 1977, durante un viaje a Perú, a lo largo de las siguientes décadas tuvo altibajos.
Por ejemplo, uno de los momentos más duros de su vida fue a comienzos de los años 2000, cuando murió su hija “Tania”, quien para entonces tenía sólo 26 años de edad.
Luego del fallecimiento de su hija, alguna vez un taxista barranquillero relató haber llevado al cantante a uno de los peores lugares de la capital del Atlántico para que él pudiera comprar la tan dañina droga.
En 1974, el año en que ella nació, Joe Arroyo había compuesto la famosa canción sobre su hija que se convirtió en uno de sus mayores éxitos y suena hasta la actualidad.
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Tu huella de alegría trasciende el tiempo y el espacio. Joe marcaste la historia de un continente.Gracias Joe
— Joe Arroyo Oficial (@JoeArroyoOficia) July 26, 2011
Cómo fueron los últimos años del Joe Arroyo
Aunque el Joe se volvió adicto al bazuco a finales de los setenta, quienes lo conocen, como el propio Manyoma o Fruko, mencionan que el cantante no volvió a ser el mismo después de la muerte de “Tania” y de la muerte de su madre, que ocurrió poco tiempo después.
Los últimos años del Joe habrían sido oscuros y con él alejado del ojo público, dando ocasionalmente algunos shows en los que podía desempeñarse muy bien.
Sus momentos mejor recordados fue cuando se presentó en un reality de RCN llamado Se busca intérprete y cuando pocos meses después de ese momento, la cantante Naty Botero, quien también participaba en el programa, lo invitó a cantar en uno de sus más exitosos sencillos pop.