La historia de los Gilinski en Colombia es una consecuencia del Golpe de Estado de los grupos conservadores a Antanas Smetona en Lituania durante el año 1926. Los hermanos Isaac y Max Gilinski decidieron probar suerte en América Latina, primero llegaron a Venezuela, donde conocieron un polaco, Abraham Minski. Minski tenía conocimientos sobre el negocio de las pieles, por tal, los hermanos y el polaco decidieron montar una empresa dedicada a la curtiembre en Piedecuesta-Santander, la sociedad se movería a Barranquilla en 1934, y se le conocería como Curtiembres el Búfalo.
Los Gilinski y Abraham Minski administraron poco tiempo la compañía. Hace ya varios años la vendieron. Los fundadores decidieron buscar negocios diferentes. Abraham Minski, por una parte, hecho raíces en el Caribe Colombiano, con un nuevo negocio, la farmacéutica Procaps. La farmacéutica se volvió famosa por sus capsulas blandas y recientemente está relacionada con un pleito. La disputa se dirime entre Rubén Minski, un nieto de Abraham, y el chileno Alejandro Weinstein. El motivo de la lucha es que Weinstein busca sacar a Abraham del Consejo de Administración. Isaac Gilinski se radicó en Cali donde al lado de su hermano Max comenzó a construir su conglomerado económico, primero con la empresa Yupi y luego con la popular empresa de sillas Rimax, negocios que forman parte del grupo familiar en cabeza de su primogénito Jaime Gilinski.
Retomando al Búfalo, la curtiembre desde un comienzo manejo el cuero y la gamuza, y de a poco consigue un nombre en el mercado. Décadas después en 1970 empezó la expansión a los mercados internacionales. Como resultado de sus esfuerzos el Búfalo se convirtió en un proveedor de Walmart, K-Mart, Stride Ride, JC Penney y Macy´s en los Estados Unidos.
En 1998 la empresa tuvo un impasse para su reputación empresarial. El Departamento Administrativo Distrital de Medio Ambiente la multó por contaminación atmosférica, su reputación ya la precedía; sin embargo, salió adelante. Dos años después, la empresa logra superar la crisis de escasez de cuero, que era consecuencia de las exportaciones de materias primas a Europa y por lo mismo en el país solo se conseguían insumos de mala calidad.
En el año 2000 curtiembres el Búfalo consiguió expandir su capacidad de producción, con el objetivo de vender productos a los mercados de Europa y Asia. Dentro de Asía comenzaba a sobresalir el mercado chino; no obstante, solo fue hasta 2009 cuando los chinos compraron a los productores de cuero nacionales 1.25 millones de dólares, que equivale a cinco mil millones de pesos.
El comienzo del fin
Curtiembres el Búfalo desde el 2009 comienza un proceso gradual de decaimiento; no obstante, seguía apareciendo dentro de las empresas más reconocidas en el medio, muy pocas firmas habían logrado vender mercancía a Portugal, Estados Unidos, Canadá, Guatemala y China, lo mismo muy contadas sociedades habían logrado producir 80.000 cueros al mes empezó a tener problemas. A pesar de los éxitos anteriores el Búfalo llegaron los problemas.
La caída es una consecuencia de las demandas, los impuestos, la administración y los cambios en el sector. En tiempos recientes se busca cada vez más una mayor elaboración en el trabajo, no es suficiente encargarse de la producción de materiales. En los productos con un alto nivel de detalle es donde se espera para el 2028, ventas aproximadas de 360.70 mil millones de dólares. En la gerencia del Búfalo durante el 2013 y el 2018 estuvo Nicolás del Castillo, quien intentó llevar el barco a buen puerto; pero no continua de guía por presentársele la oportunidad de ser director en la Autoridad Nacional de Acuicultura y Pesca.
En 2024 la situación de la curtiembre se volvió insostenible, al tener embargadas las cuentas por parte del distrito de Barranquilla, una consecuencia de no estar al día en sus impuestos, sin olvidar la asfixia generada por los servicios públicos. Con el panorama anterior más de trescientos trabajadores están en vilo, al no saber si la compañía está en sus últimos días. No importa haber tenido compradores en Asía, Europa o Estados Unidos ni haber vendido materiales para carteras, baúles, maletas, billeteras, cinturones o zapatos ya los directivos buscan liquidar la compañía, no encuentran una forma de ponerse al día con los impuestos, y en consecuencia desean acabar el negocio.