El ecuatoriano Pedro Lobato es un cantante riobambeño de balada romántica que alcanzó el éxito en 1989 al imponer el tema Cuando hablo de ti que le abrió el mercado internacional y significó para él un Disco de Oro por las ventas alcanzadas, incluido el mercado discográfico de Colombia. “Con la gente de Colombia guardo mucha gratitud”, dice el artista.
“Mis canciones son parte de lo que significa la vida de muchos hermanos colombianos y gente latinoamericana que me ha sabido apoyar en mi trabajo”, dice Lobato. En los 90 los temas de este cantautor se impusieron con extraordinaria fuerza conquistando el corazón de los aficionados de varios países de América, temas como Necesito creer, Te necesito, Cruel mentira, además del ya citado Cuando hablo de ti, se convirtieron en clásicos que incluso hoy se escuchan con frecuencia en los medios radiales y los nuevos formatos de Internet.
La carrera musical de Lobato inició en la escuela cuando formó parte de los coros de una institución educativa, igual ocurrió en el colegio; se ilusionó desde muy temprano porque empezó a componer canciones que se identificaban con la gente en su forma de ser y de sentir. “Hoy por hoy mis canciones forman parte de la vida de las personas que tiene sus hijos y sus relaciones familiares”, expresa.
Durante varios años vivió en los Estados Unidos y España formando parte de los mejores shows musicales, padrino del festival de la hispanidad, dirigió el festival Camino a la fama y hasta el momento ha representado al Ecuador en más de seis festivales internacionales, incluido el Festival nacional e internacional de intérpretes de Buga, Colombia.
En nuestro país fue premiado por Discos Fuentes, pero sus vínculos con la tierra del café van más allá, su primera esposa tiene padres colombianos, Lucy Ramírez. “Las mujeres de Colombia realmente son la vida”, dice. “Nuestra idiosincrasia con la gente de Colombia es similar, en el extranjero el público que me ha acompañado en escenarios de Estados Unidos y la comunidad europea es variado, pero el más importante es el de su país”.
“Soy un ecuatoriano que labró su trabajo artístico con sudor y sufrimiento, escribo letras que desgarran el alma con base en experiencias, soy como cualquiera de ustedes que tuvo un sueño y que puso su empeño en realizarlo, soy de las gentes del parque y la guitarra que, de pronto, se ilusionó y cantó bajo un balcón las serenatas”, dice Lobato en una aproximación a sus convicciones artísticas.
Cuenta con más de 100 canciones grabadas con disqueras de Ecuador, Perú, Alemania, Colombia, España y Estados Unidos, aparte de lo cual tiene editores para tiendas digitales. Sobre su país dice: “Ecuador es como mi madre, como mi vida, mi ser, mi sangre; es mi esencia, la inspiración más grande para poder ser quien soy, cuando estoy fuera de mi país ya no soy Pedro Lobato, existe Ecuador llevando su mensaje artístico por el mundo”.
Su amplio repertorio incluye canciones a la madre, a la Fuerza Aérea Ecuatoriana y a muchos aspectos y emociones de la vida. Es un artista íntegro de letras poéticas y temas tratados con delicadeza y respeto por la mujer, ese tipo de música que embellece el espíritu y motiva las emociones más puras, lejos de la chabacanería impuesta por la postmodernidad y el facilismo. Pedro Lobato es un artista para ser escuchado siempre, todavía más en los tiempos del ruido y el culto a la carencia de armonías.
