Eduard Rodríguez, un campesino que reside en la región del Cañón del Micay, comparte su visión sobre la importancia de la asociatividad y el emprendimiento en el contexto del cuidado del medioambiente.
Su iniciativa se centra en la transformación de residuos plásticos en materiales similares a la madera, como parte de un plan integral para reducir la contaminación y preservar los recursos naturales.
La asociación, que se creó en Argelia (Cauca) en febrero del 2020, hoy día cuenta con 29 miembros motivados por hacer parte de un proyecto con impacto positivo en el medioambiente de la región y, de paso, migrar de la economía ilegal (asociada al cultivo de hoja de coca) a una economía legal. Además del proyecto de reciclaje y creación de madera plástica, en Argelia también le apuestan al café, al cacao, a la caña, entre otros cultivos.
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Este emprendimiento conllevaba varios retos, entre los cuales estaba la falta de conocimiento, pues muchos no sabían que las botellas y los galones de agrotóxicos no se podían manipular y menos procesar. Actualmente, ya procesan alrededor de 1000 kg de botellas plásticas en 15 días.
Además de aprovechar los recursos proporcionados por la Dirección de Sustitución de Cultivos de Uso Ilícito (DSCI), Eduard y su asociación han buscado activamente financiamiento y colaboraciones con otras entidades para dejar atrás un pasado en el que la hoja de coca era la única opción.
Su objetivo es reciclar todos los residuos disponibles, con la meta de disminuir la deforestación, descontaminar el entorno y seguir contribuyendo al cuidado y conservación del medioambiente. Esta iniciativa representa una nueva forma de abordar la problemática ambiental, apostando por la innovación y la sustentabilidad dentro de los procesos de sustitución.
*Esta nota fue construida con información suministrada por la Dirección de Sustitución de Cultivos de Uso Ilícito (DSCI).