La barranquillera Marla Gutiérrez se dio conocer como entusiasta líder de los jóvenes con Alejandro Gaviria que impulsaron su candidatura presidencial que significó su renuncia rectoría de la Universidad de los Andes. Estuvo luego al lado suyo en la aventura política que lo llevó hasta su efímero paso por el Ministerio de educación en el arranque del gobierno de Gustavo Petro.
Formó parte de su círculo inmediato como asesora en el Ministerio de educación y estando en el cargo se dio la filtración del documento en que el también exminsitro de salud criticaba la reforma del gobierno Petro y que precipitó su salida del gabinete. En los pasillos del Ministerio se vivió una tormenta intentando identificar los responsables de la filtración y salieron a relucir los nombres de Marla Gutiérrez y la jefa de prensa Paula Molano a quienes el ministro encaró personalmente.
Aunque el caso no se despejó, el distanciamiento del ex ministro con su pupila fue evidente y tomaron caminos distintos. Ella se acercó al gobierno Petro por vía de Laura Sarabia, la hoy empoderada directora del Dapre, gracias a la relación que estableció con su hermano. Gutiérrez quedo en su círculo de influencia, mucho más conveniente para la búsqueda de empleo que su cercanía al defenestrado Ministro de educación, así hubiera sido su mentor.
No había pasado un mes de su salida del Ministerio cuando en mayo del 2023 fue nombrada directora ejecutiva del recién creado gremio AlterPro que agrupa los productores de vapeadores o cigarrillos electrónicos, el nuevo negocio de poderosas multinacionales como Philip Morris, y American Tobacco.
El acercamiento de Gutiérrez con la Casa de Nariño pesó para su escogencia en cuanto las empresas dedicadas al desarrollo y/o comercialización de productos alternativos libres de combustión para el consumo de tabaco y nicotina necesitan una urgente regulación que depende del gobierno nacional en donde la nueva relación personal por vía familiar con la directora Laura Sarabia puede resultar de gran utilidad.
