Cada vez que llega el mes de agosto Ana Magdalena Bach va hasta la isla en la que está enterrada su mamá. En medio de aquel ritual empieza a tener encuentros inesperados en los que mezcla sexo y pasión que la llevan a asumir y vivir diferentes personalidades. Esa es la trama de la novela inédita de Gabriel García Márquez, En agosto nos vemos, en la que el Nobel trabajó los últimos años de su vida sin llegar a darla por concluida y aprobar su publicación.
Esta última obra de Gabo, que se publica 20 años después de Memorias de mis putas tristes, y diez años después de su fallecimiento, fue terminada por el Nobel en medio de las dificultades que le generaron sus complicaciones de salud que combatía sentado frente a su computadora hasta que la demencia la robó su memoria.
En agosto nos vemos saldrá a librerías el 6 de marzo de 2024, día en el que el Nobel habría cumplido 97 años. La publica la editorial Peguin Random House donde actualmente trabaja en México. En el trabajo de armar los manuscritos, editar y reeditar estuvo al frente Cristóbal Pera, editor de los dos últimos libros que García Márquez publicó en vida: Vivir para contarla y Memoria de mis putas tristes.
Para hacer la novela, tal como le hubiese gustado Gabo, su editor de confianza, quien conocía bastante bien la exigencia y el método del escritor colombiano, trabajó por varios meses revisando y releyendo cinco versiones de la novela que tenía el Harry Ransom Center, el organismo de la Universidad de Texas que custodia los archivos del escritor.
Con una dedicación meticulosa Parra fue comparando hoja a hoja de aquellas versiones con los manuscritos llenos cambios y correcciones y enmendaduras que Gabo le iba haciendo a su novela hasta que las fuerzas y la salud se lo permitieron y que su fiel secretaria, Mónica Alonso, fue guardando con cuidado.
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