Durante siglos, el control del tejido social lo ejercía la moral. La moral tenía dos componentes importantes: uno afectivo, que tenía que ver con el linaje y la tradición familiar; y el otro, la voz interna que le indicaba lo bueno y lo malo, basado en el principio de que usted puede engañar a mucha gente, pero no se puede engañar a usted mismo.
DENG XIAOPING recibió de MAO ZEDONG , conocido en occidente como MAO TSE TUNG, una China quebrada, arruinada, debido al alto nivel de gastos en publicidad de Mao tratando de exportar su revolución y al enorme fracaso en su Intento de industrializar la nación.
Él decidió introducir una economía de mercado dentro del sistema socialista y poner a China a recuperarse del desastre de MAO pero sin renunciar al control social.
La oferta y la demanda como fundamento en una economía de mercado era válida en un sistema capitalista, no en el socialismo chino. Cuando se le interrogó en occidente el porqué incluía en su sistema socialista, una economía de libre mercado, contestó: “no importa que los gatos sean negros o blancos, lo que importa es que cacen ratones”. Ningún periodista preguntó por el control social y nunca leí nada que nos indicara la importancia de la moral dentro del control social.
En nuestro país esa premisa funcionó pero al revés; decidimos acabar con la moral, le destruimos su hábitat natural que es la familia y desapareció el control social. La corrupción se metió en todos los rincones de nuestra cotidianidad y es tan normal que ya ni lo notamos.
Mi hijo de 12 años llego del colegio, tenía un golpe en la pierna y le pregunté por ello; me dijo que Carlos, un compañero, lo había golpeado, me alarmé y le dije que no fuera pendejo, que le pegara él también. Me sorprendió su respuesta: me dijo que él no podía hacer eso, que Carlos era su amigo y que iba a hablar con la profesora para juntos preguntarle por qué lo hizo.
Hace un año, a mi señora la llevé a una clínica a tener un bebé. Ya iba bastante dilatada y en el centro hospitalario, en vez de acelerar la dilatación y que el bebé naciera, hicieron todo lo contrario. Tenían un interés especial en hacerle cesaria, porque la EPS les pagaba tres veces el valor del servicio. Mi señora no aceptó y no pudieron hacerle la cesárea, pero maltrataron innecesariamente al bebé al tratar de detener un proceso natural.
Ayer vimos por televisión como dos personas se fueron a los golpes peleando un herido del SOAT. Todos callamos ante el fraudulento negocio que gira alrededor de este seguro obligatorio.
La Fiscalía presentó un homicida del hermano y la mamá y a este solo le preocupaba si tenía derecho a la herencia, no sentía el más mínimo remordimiento por lo que hizo.
No existe un solo sector de la vida diaria que no esté contaminada por la corrupción. Desde cosas que parecen inofensivas, como echarle sangre de ganado a los pescados en las plazas de mercados para que el comprador los vea frescos, hasta delitos graves como comprar un fallo favorable en las altas cortes. Sin hablar de los falsos positivos, del descaro de las fotomultas, de la manipulación en alimentos y drogas; todo es válido, todo tiene su precio.
Si eso sucede en cosas que hacen parte de la cotidianidad y que se realizan delante de nosotros, ¿cómo será la cosa en aquellos contratos millonarios que se hacen al interior de las oficinas, en el alto gobierno?
Al destruir la familia y acabar con la moral, es como quitarle los frenos a una tractomula que baja cargada por la línea: no la detiene nada; nadie respeta, nadie cree en nadie, todo es anarquía, empezando por el mismo Gobierno, que dice una cosa y hace otra.
China hoy disfruta de la decisión oportuna de DENG XIAO PING, es el mayor exportador directo del mundo y es una de las potencias económica y política a nivel global: Ellos nunca entregaron el control social.
Nuestro país, que está llamado a ser el mayor exportador de alimentos, por tener los cinco pisos térmicos y una ubicación geográfica de privilegio, que en condiciones normales habría que hacer un esfuerzo para ser pobre , sucumbe ante el desorden social que genera la pérdida de la moral y el control social y término perdido en el laberinto de violencia y mezquindad que produce la corrupción .