La muerte de once militares en el Cauca por parte de las Farc tuvo una primera consecuencia en el proceso de paz. El presidente Santos consideró que por tratarse de un rompimiento de la tregua unilateral declarada por las Farc desde diciembre, se reinician los bombardeos contra los campamentos guerrilleros. Está decisión que hizo pública acompañado del ministro Pinzón, el fiscal Montealegre y el defensor del pueblo Jorge Armando Otálora, la había tomado el gobierno con el propósito de ir avanzando en el desescalamiento del conflicto.
Según el Presidente Santos y la versión de los militares, los soldados y el sub oficial se encontraban descansando en la guarnición militar de la Vereda Esperanza en el municipio Buenos Aires en Cauca cuando fueron sorprendidos sobre la media noche por la columna Jacobo Arenas que los emboscó intencionalmente. Las Farc desde la Habana no han hecho un pronunciamiento sobre el incidente y se limitaron a pedir el cese bilateral del fuego para evidente incidentes como este.
Uno de los guerrilleros que atacaron la guarnición militar, alias 'Didier', segundo al mando del frente 30, fue dado de baja por el ejército y dos de las mujeres hacían parte de su anillo de seguridad, fueron capturadas.
