El último de los clubes de fútbol en declararse en emergencia económica fue el Deportivo Cali, una situación que coincide con su caída deportiva que dejó muy en el pasado su último título en 2021, con Rafael Dudamel como técnico. Se acogió a la ley de insolvencia el pasado julio de 2023.
La crisis tendría diversas causas; pero sobre sale el descalabro del presidente del club Álvaro Martínez quien estuvo cuatro años al mando del club 2017-2021 y le apostó, sin tener el respaldo económico necesario a tres frentes: los refuerzos del equipo con salarios costosos como Teófilo Gutiérrez, las obras del Estadio Deportivo Cali y las inversiones en el centro de alto rendimiento. Inversiones que costaron cerca de $22 mil millones, no obstante, no produjeron los frutos esperados. Las deudas ya para finales del 2023, según el presidente actual Guido Jaramillo, alcanzaron los $ 100 mil millones, que incluyen impuestos por pagar. Entre los grandes acreedores están la DIAN y la UGPP (Unidad de gestión pensional y contribuciones parafiscales de la protección social)
La crisis financiera también afecto su rendimiento deportivo. El extécnico Pinto, el año pasado, varias veces dio quejas de bajo nivel competitivo como consecuencia de retrasos en pago de salarios, algunos jugadores involucrados serían el defensor argentino Guillermo Burdisso, el delantero Jhon Vásquez y el arquero uruguayo Kevin Dwason. Por el bajo desempeño de los últimos torneos, el Cali está en una situación de cuidado, no es una exageración, en la tabla de descenso se ubica de tercero solo lo superan Patriotas y Jaguares, en otras palabras, una mala campaña en el 2024 y el decano del futbol colombiano puede terminar en la B.
Esto llevó al equipo azucarero a solicitarle a la Superintendencia de Sociedades entrar a la ley de insolvencia, un proceso que tomó varios meses. La super no encontraba creíble que un equipo con estadio propio tuviera problemas de dinero. Finalmente, bajo la presidencia de Luis Fernando Mena, desde agosto de 2022 a agosto de 2023, se logra entrar a la normativa. La asociación deportiva acuerda con la DIAN, la UGPP y otros la cancelación de sus deudas y logra con la DIAN 18 meses de gracia, a los jugadores les reintegra los 2400 millones en mora y con la UGPP lograron formalizar un pacto sobre los intereses. La gestión financiera del abogado Mauricio Monroy, exfuncionario de la UGPP ha logrado dar frutos.
El Santa Fe no ha logrado superar su crisis financiera
La historia de Santa fe es parecida. Si bien lleva más tiempo en la ley de insolvencia, entró en enero de 2022, de momento no puede cantar victoria. En el 2022 se comprometió a pagar cerca de 24 mil millones, el fisco (la DIAN y la UGPP) pedía 1.7 mil millones del total. Santa fe, según su presidente Eduardo Méndez, ya en el 2023 logró bajar la deuda a $ 16 mil millones; no obstante, el primer campeón del futbol colombiano debe ponerse al día, en otras palabras, la ley de insolvencia le dio aire al León.
La crisis del club capitalino es una consecuencia del bajo desempeño deportivo. Su última estrella la consiguió en el 2016, y por tanto los hinchas dejaron de asistir al estadio con lo cual terminaron castigados los ingresos, un hecho al que se le suma las dificultades en encontrar un patrocinador dispuesto a respaldar en forma al equipo, con recursos y paciencia. La muestra de esto, es que su principal accionista, Diego Perdomo dueño de la constructora Perlun también entro en ley de quiebras, el año pasado, por un alto endeudamiento de $ 11 mil millones.
En resumen, tanto el club cardenal, como el azucarero en el 2024 tienen un año clave para buscar resultados. De lo contrario podrían alimentar sus déficits monetarios, que a su vez afecten sus resultados deportivos, como paso en el 2023 para el Cali, generando en ultimas inconvenientes graves en la credibilidad del futbol colombiano, que tendría dos equipos históricos con problemas serios.
