El 1 de enero tomó posesión como gerente de la Fábrica de Licores de Antioquia (FLA), Esteban Ramos, uno de los hijos del exgobernador de Antioquia condenado por parapolítica Luis Alfredo Ramos. El gobernador de Antioquia, Andrés Julián Rendón, le dio su respaldo confiando en que iba a mantener los buenos números que viene presentando la licorera y en que tendría la capacidad para sacar adelante los pleitos judiciales que tienen curso con otras licoreras como la de Caldas.
Justamente, hay un lío que tenía marcado como prioritario desde el momento en el que puso un pie en el despacho que había desocupado Javier Ignacio Hurtado y es el que rodea al Aguardiente Real, producto que lanzaron al mercado a comienzos de noviembre de 2023 y que fue demandado por la Industria Licorera de Caldas por sus marcadas similitudes con el tradicional Aguardiente Amarillo de Manzanares.
Solo un mes después, los caldenses lograron que la Superintendencia de Industria y Comercio obligara a los antioqueños a retirarlo del mercado. Pero, la cosa no quedó ahí. Unos días después, Pablo Felipe Robledo, abogado de la de Caldas, amenazó con acciones legales a todo aquel que se atreviera a comercializar el Aguardiente Real y la propia licorera comenzó a burlarse de la situación en redes sociales sin saber que iban a ser contraatacados.
Una de las últimas acciones de Hurtado como gerente de la FLA fue demandar por publicidad engañosa a tres presentaciones del Ron Viejo de Caldas, con lo cual se disponía a alargar incluso más la pelea entre ambas licoreras.
No obstante, parece ser que Ramos llegó a calmar las aguas. En entrevista con El Colombiano, el nuevo gerente aseguró que su intención no es calentar más los pleitos judiciales, sino todo lo contrario y aseguró que, aunque está convencido de que no plagiaron, van a cambiar la presentación del Aguardiente Real con el fin de poder de una vez por todas sacarlo al mercado a finales de febrero.