En septiembre de 2022, poco después de que se le aceptara la renuncia al médico cordobés Julio César Aldana, quien venía desde el Gobierno Duque, la entonces ministra de Salud, Carolina Corcho, designó como director encargado del Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos (Invima) a uno de los asesores de su despacho, el también médico Francisco Rossi Buenaventura.
La norma dicta que este tipo de encargos puede ser de máximo tres meses y que solo puede prolongarse en una ocasión. Por ello, Rossi cumplió su periodo de septiembre a diciembre y fue renovado para otro de enero a marzo. Tras ello, su única opción para quedarse en el Invima era ser nombrado director en propiedad. Pero, un desencuentro con quien era su jefa directa en ese entonces fue la excusa perfecta para no renovarlo.
En ese momento, en el país se estaba presentando una crisis de desabastecimiento de medicamentos que iban desde los pediátricos hasta los anticonceptivos y los tratamientos psiquiátricos. En ese contexto, el entonces director encargado del Invima fue llamado a asistir a un debate en la Comisión VII de la Cámara de Representantes con el fin de que diera explicaciones.
Allí le salió decir que la ministra Corcho era responsable por acción y omisión de la crisis y que tenía como afrontarlo, lo cual no le gustó nada a la exjefa de la cartera de Salud, quien poco después terminó de decidir que ya no iba a contar más con sus servicios. Aunque un mes después sería ella la que saldría del gabinete.
Ahora, once meses después de la salida de Rossi y con el Invima aún sin director en propiedad (Germán Velásquez fue anunciado con bombos y platillos por Petro en octubre de 2023 a través de su cuenta de X, pero el nombramiento nunca se materializó y el propio médico terminó rechazando el puesto en enero), el hoy ministro Guillermo Jaramillo llamó a Francisco Rossi para ofrecerle regresar a la entidad. Tras año y medio, el Invima volverá a tener director en propiedad.
