Anuncios hechos por el presidente Petro sobre la no continuidad en la exploración y explotación de petróleo y gas en Colombia y el llamado a que todos los países del mundo hagan lo mismo no han sido acompañados por ningún país del mundo, cualquiera que sea su orientación ideológica. Meras palabras al viento.
También la propuesta de ampliar el margen presupuestal mediante la emisión por parte del Fondo Monetario Internacional, FMI, de Derechos Especiales de Giro, DEG. No solamente no tiene ningún eco, sino tampoco viabilidad.
Ni Colombia ha hecho esta solicitud ni el FMI está considerando el tema. Nadie ha propuesto formalmente al FMI una emisión de este tipo, que se ha realizado en pocas ocasiones y requiere el visto bueno del gobierno de Estados Unidos, con control sobre el FMI, mucho más difícil ahora, en vísperas de las elecciones presidenciales en ese país. La reiteración de esta idea en los escenarios internacionales, más que buscar algún tipo de acuerdos internacionales sobre el papel del FMI en el manejo de las deudas de los países, tampoco ha sido siquiera comentada por nadie.
Parece también un disparo al vacío la última propuesta del presidente Petro, formulada en el terreno nacional, sobre disminuir los impuestos a las empresas. La idea ni siquiera ha sido considerada seriamente por los miembros de su gobierno.
Petro la formuló el 29 de diciembre de 2023, al anunciar el aumento del salario mínimo. Según la Oficina de Prensa de la Presidencia de la República, al registrar la intervención presidencial en el evento, se tratará de reformar la Reforma Tributaria aprobada en 2022: “El propósito de esa revisión a la reforma tributaria es fortalecer la empresa y eso implica, dijo, sin desfinanciar el Estado y sin pensar en mayores tributos, en bajar la tasa de renta corporativa que pagan las empresas, y subirla a personas naturales de mayores ingresos, de tal manera que la empresa se libere para poder competir y ser más productiva”.
Anuncios hechos por el presidente Petro sobre la no continuidad en la exploración y explotación de petróleo y gas en Colombia y el llamado a que todos los países del mundo hagan lo mismo no han sido acompañados por ningún país del mundo, cualquiera que sea su orientación ideológica. Meras palabras al viento.
El presidente Petro explicó que una propuesta podría ser bajar de 35% a 20% el impuesto de renta corporativa y, a cambio, aumentar ese gravamen a las rentas de personas naturales de mayores ingresos. Las conversaciones al respecto, según el mandatario, se pueden iniciar, ahora que terminó la concertación del salario mínimo, en unas mesas de concertación informales entre empresarios, trabajadores y Gobierno. La propuesta de disminuir la renta empresarial sería un componente del Acuerdo Nacional.
En entrevista con El Tiempo el 7 de enero, el ministro de Hacienda señaló que se trataba de disminuir la tasa del impuesto nominal para las personas jurídicas del 25% al 30% y trasladarlo a las personas naturales. Según el ministro, cada punto que se baje en la renta corporativa significa dos billones de pesos. Se trata de bajarla paulatinamente uno o dos puntos por año y separar los bienes productivos que deben estar a cargo de las empresas y los improductivos de las personas. La propuesta significaría una reducción del recaudo en cerca de 10 billones de pesos, pero sin tener a la mano ninguna fuente alterna de ingresos.
La propuesta del ministro corrigió la del presidente, ya que no se trataría de bajar hasta el 20% sino al 30% y no en forma inmediata sino en el curso de varios años.
Pero parece otro volador lanzado al aire, porque a la idea no se le dio prioridad en la agenda gubernamental, tal como lo confirmó el propio ministro Bonilla el 25 de enero. Antes, el 7 de enero, el ministro del Interior, Luis Fernando Velasco, había explicado que “tenemos que sacar adelante las reformas sociales”. Debemos trabajar por “la reforma de la salud y la pensional.
La reforma de la salud ya salió de Cámara y pasó a Senado, la pensional ya fue anunciada en la plenaria del Senado. La reforma laboral ya comenzó a ser votada en la Comisión Séptima de la Cámara de Representantes y vienen una serie de proyectos de acuerdos comerciales que le interesan al país. También hay proyectos de corte ambiental que son importantes para el Gobierno Nacional, como el no al fracking. Además, continuamos con el debate de la estatutaria de la jurisdicción agraria. También el presidente nos ha pedido hacer un gran acuerdo de reforma de la justicia. Vienen muchos retos interesantes”.
Velasco señaló. “El Presidente ya le puso carne al acuerdo nacional, por ejemplo soltó una propuesta interesante, que debe debatirse, y es un esquema tributario donde el esfuerzo mayor lo hagan las personas naturales y no las empresas. Es interesante, pero quiero aclarar que esto no quiere decir que el proyecto vaya a llegar ahora mismo al Congreso. El Presidente soltó una idea interesante y si esa idea cala como una posibilidad de un acuerdo, podremos debatirla con cierta solvencia. Solo son ideas que se van soltando no quiere decir que ya mismo la vayamos a presentar. Solo planteó una idea sobre la lógica tributaria”.
La idea sería puesta a consideración de una comisión de expertos, que seguramente no tendrá resultados antes de mitad de año, y como debe ser concertada con el sector privado, posiblemente el trámite se alargue hasta el último año de gobierno, en que difícilmente podrá el primer mandatario lograr una mayoría en el Congreso para su trámite.
Otras dificultades podrían entorpecerlo aún más. Petro presentó su propuesta como una forma de aumentar la producción y la rentabilidad de las empresas, pero nada aparece en tal sentido ni en el Plan de Desarrollo ni en el Conpes de Reindustrialización.
No se han presentado estudios que la respalden y los que existen revelan que la tasa efectiva de tributación está muy por debajo de la nominal. De acuerdo con Villabona y Quimbay (2017), la tarifa efectiva del impuesto de renta de las empresas es al menos 10 puntos porcentuales inferior a la tarifa nominal en todos los sectores económicos del país. En este sentido, según el Observatorio Fiscal de la Universidad Javeriana, la Tarifa Efectiva de Tributación corporativa en Colombia alcanzó el 23% en 2021.
Además, si se tiene en cuenta el tamaño de las empresas, de acuerdo con el Ministerio de Hacienda, la tarifa efectiva de tributación en 2022 es del 23.8% para las grandes empresas, del 28.9% para las medianas y del 31.3% para las pequeñas. Tampoco se ha analizado el impacto fiscal de una tarifa progresiva en la tributación de las empresas, progresividad que, según Cedetrabajo, en estudio de 2022, podría representar un aumento en el recaudo de más de $20 billones.
La propuesta de marras, en suma, es otro ejemplo de la lluvia de ideas irresponsables a las que Petro acude en forma reiterada y que en muchas ocasiones pone en brete a sus mismos funcionarios, que tratan infructuosamente de interpretarlas.