Durante la guerra de los seis días, un conflicto disputado entre Israel y una coalición árabe en junio de 1967, los soldados del ejército de Israel utilizaron los rifles Fusil Automatique Léger, FAL; sin embargo, los soldados encontraron un problema. El FAL era susceptible de fallar cuando se atascaba en la arena del desierto o de la costa. Por el inconveniente el ejército de Israel busca un remplazo del Léger. A la necesidad de un cambio se suma las lecciones del conflicto, es decir, las fuerzas de Israel se fijan en los instrumentos bélicos de sus enemigos, en específico, detallan el fusil soviético AK-47.
Yisrael Galil y Ya'akov Lior, después de estudiar con detenimiento el AK-47, encontraron inspiración para un aparato bélico nuevo, un AK-47 modificado, el invento se le conoce como el Galil. En efecto, las Fuerzas de Defensa de Israel -FDI- utilizaron la invención por décadas, la causa, el arma tenía fama de nunca atascarse. En América Latina, el ministerio de defensa de Colombia se interesó en el arma, Colombia, un país en conflicto que cada día destinaba más presupuesto para su ejército, la guerra interna con distintos grupos armados irregulares requería de un arma a la altura.
Desde el 2002 Israel Military Industries -IMI-y la Industria Militar Colombiana, Indumil, tienen un acuerdo con respecto a la licencia de la marca Galil. El acuerdo contempla para Colombia la exclusividad de la producción, comercialización y autonomía para realizar cambios en el diseño del arma. Gracias al pacto Indumil diseña el Indumil Galil Córdova, una modificación del Galil AR, con el objetivo de facilitar a las fuerzas militares y de policía una herramienta útil para el contexto de la nación. Otra ventaja del convenio es el ahorro del transporte, al resultar más sencillo fabricar el arma en el país que importar el aparato desde Israel.
Por incluirse la producción dentro del convenio, desde el 2010, en Colombia se elabora el rifle. La producción se hace en dos lugares: la fábrica de armas y municiones General José María Córdova, ubicada en Soacha Cundinamarca, y la fábrica Santa Bárbara donde se manufacturan componentes de la fundición, las partes micro fundidas. La fábrica Santa Bárbara ubicada en Sogamoso Boyacá además de realizar las partes pequeñas del Galil tiene otros servicios.
Las funciones incluyen fundir acero o hierro, ensamblar bombas, producir granadas, elaborar municiones para artillería, realizar servicios de mecanizado y hacer mantenimiento de armamento mediano y mayor, en resumen, trabaja la metalmecánica. La planta de Sogamoso es también una de las fabricas más grandes de la región, una consecuencia de manufacturar bombas para aviones, o granadas para artillería sin olvidar el departamento de electrónica. Sus productos son demandados por varios clientes.
Los usuarios de la fábrica no son solo colombianos. el armamento colombiano es vendido a varios países del mundo, incluido Israel que compra los nacionales porque el país ya no los produce más.
Los productos colombianos según el mismo ejercito tienen la ventaja comparativa, haber sido probados en combate y tener precios inferiores, dos factores importantes para los usuarios de medio oriente. Para dar una idea, en el 2018 Indumil exporto el 18% de sus ventas totales, $ 585.000 millones, a clientes de Guatemala, Emiratos Árabes Unidos, Paraguay, Estados Unidos entre otros.
Todos conocen la calidad del armamento colombiano, facturando en el 2018 un valor de USD 30 millones de dólares. Una parte consistió en la venta de 8000 fusiles Galil SAR Córdoba a Guatemala, una de las mayores comercializaciones realizadas por Indumil.
La presencia de Israel en la guerra de Colombia es de vieja data. Y unos de los efectos de ésta ha sido la producción supervisada de los fusiles Galil. Ese es solo un ejemplo de los convenios, exportaciones y asesorías realizadas por el ejército de Israel a las fuerzas armadas colombianas que podrían verse afectados por la posición del gobierno frente al conflicto en la franja de Gaza.
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