Posiblemente en nuestro país no hay un sector político que no tenga un relativo conocimiento de Jorge Eliécer Gaitán, aun cuando sea el más general; el billete clásico de mil pesos, las conmemoraciones del 9 de abril y las consecuencias nacionales del mismo.
Sin embargo, existe una constante en juzgar (mayoritariamente negativa) la experiencia política de Gaitán y del gaitanismo sin el más mínimo conocimiento e investigación de este, infortunadamente esto abunda en los sectores de izquierda tal vez por perfidia, ignorancia o conveniencia, aun cuando paradójicamente en muchas veces dígase: elecciones, momento de efervescencia social y popular se reivindica la imagen de una manera decorativa y ornamental.
Pero este desconocimiento es importante en la medida en que se proyecta una oportunidad para devolver la mirada hacia atrás.
Personas de todas las tendencias políticas de izquierda o alternativas se sorprenden cuando se les muestra algún pensamiento, práctica y organización que hizo el gaitanismo. Puesto el conocimiento sobre el gaitanismo de la izquierda colombiana gira estrepitosamente sobre tres aspectos: el 9 de abril, el partido liberal y el fascismo. En la tarea pedagógica se van quitando las sombras de prejuicios y distanciamientos de estos temas, se realiza una claridad histórica e ideológica por medio de personas, testimonios, libros, audios y demás material.
Las primeras impresiones son dos puntuales; la primera es un asombro por la perspectiva a futuro traducida en la frase “Gaitán estaba adelantado a su tiempo” y la segunda es una actitud de desconcierto nuevamente traducida la “no sabía que esto había pasado de esta forma”. Naturalmente muchos entran en contradicción sobre como su enseñanza política los había orientado a tener una mirada sesgada, prejuiciosa y antiética del gaitanismo. Esto es enseñar el gaitanismo haciendo practico el gaitanismo, es decir: cambiando la cultura. Nuestra cultura política colombiana es inmóvil, estática, cerrada a los horizontes e intolerante con la diferencia y cambiar esto es una tarea para todos/as aquellos/as que quieran hacer de la política una acción revolucionara, duradera y trascendental.
Alguna vez Gloria Gaitán afirmó con vehemencia “la izquierda no se pregunta cómo el gaitanismo logró su poderío y estuvo ad-portas de derrotar a la oligarquía” y es claro que el conocimiento sobre el gaitanismo en la izquierda colombiana gira estrepitosa y sucintamente sobre tres aspectos: el 9 de abril o “bogotazo”, el partido liberal y el fascismo.
No obstante, la derecha colombiana tiene un conocimiento más sobresaliente del gaitanismo, su organización y su tácticas. No deja de ser sorprendente la siguiente anécdota contada por Gloria Gaitán en donde explica la necesidad política de la creación de la Universidad de los Andes:
“Alberto Lleras Camargo y Mario Laserna, se preguntaron lo siguiente: ¿Qué hizo Gaitán y su movimiento para estar ad-portas de derrocar a las oligarquías liberal-conservadora? Concluyeron que la erudición de Gaitán era vastísima, lo que le permitió interpretar a fondo la vida económica, política, social y sobre todo cultural del pueblo colombiano; de igual manera enfatizaron en los profundos conocimientos en psiquiatría y ciencias del comportamiento para la creación de estrategias y tácticas innovadoras para el momento, como lo fue la creación de pequeñas redes de radiodifusoras que permitió la organización del movimiento popular a lo largo y ancho del territorio nacional. “
De tal manera las anécdotas tienen un valor denotado, puesto que hacen de la historia una experiencia humana permeada de muchas intensiones. No querían la irrupción de un nuevo personaje o de un movimiento popular con una capacidad semejante o parecida a la experiencia histórica gaitanista, por tal motivo tenían que ofrecer una educación fuertemente parcializada para un cierto grupo reducido de la sociedad.
Esta apología al gaitanismo es tambien a la noción de que las ideas-cualquiera que sean ellas- son transmutables por naturaleza. El estancamiento de la izquierda es un fenómeno de parsimonia de pensamiento y de practica que no responde a nuestra propias particularidades culturales. Por eso el mayor triunfo cultural del gaitanismo es haber aplicado el principio democrático a la solución de los problemas nacionales, es hacer de la política “la ciencia de la administración colectiva”.
Para finalizar, ha de mencionarse que la revolución de las “costumbres políticas” o de la “restauración moral” es una mística que usó el movimiento gaitanista en la década de los 40 para ir más allá de lo material y apuntar hacia el modelamiento del espíritu con tintes claros de justicia, ecuanimidad y honradez. Este ejemplo es de mayor significancia cuando se habla ahora del “CAMBIO”. Me atrevo a afirmar que la izquierda colombiana en sus distintos matices ideológicos, filosóficos y prácticos no podrá generar remanentes de triunfo o cambio social, si continúa concibiendo la política de una manera de logros inmediatos, de posicionamiento de fichas partidistas, de la obtención de mieles burocráticas y del llamado gatopardismo. Hacer "política fecunda" implica indefectiblemente depurar, modificar o menguar los quistes psicológicos cuyo objetivo puntual seria la comprensión de nuestros pares e impares. Es aplicar las posibilidades que nos da herramienta como la inteligencia emocional en la política, ese es mi gran anhelo.
“Porqué nosotros queremos ser, cerebros sí, pero cerebros iluminados y ardidos por el fuego de nuestro corazón”
Jorge Eliécer Gaitán Ayala.