LA INOCULACION DE ODIOS, de sectores retardatarios de la prensa hegemónica colombiana, encuentra un terreno fértil en una sociedad muy fácil de manipular y dueña de una deliberada y planificada ignorancia oceánica. Tanto así que se habla ridículamente de "racismo" en una sociedad mayoritariamente mestiza, indígena y negra, donde lo que cabe es marginalidad social y desigualdad.
Con las debidas excepciones, en nuestra sociedad, no existe pensamiento crítico, no sé lee, no se informan y, se acepta como cierto lo que el monopolio periodístico desinforma. Los sesgados medios, piensan por mucha gente. ¡Son sus ojos! Muchos, no saben que pasa, no investigan y le dejan la tarea a estos medios y, está misma nefaria prensa, los manipula de una manera tal que los lleva, a que grandes sectores de la sociedad, distorsionen los propósitos de lucha de un líder y los conducen como obsecuentes ovejitas, a que se vayan en contra de lo que precisamente los beneficia. En este contexto difaman y crean sus narrativas, inyectan su dosis diaria de veneno con sus noticieros y programas "de opinión".
La exacerbación de odios es permanente, como estrategia política, no les conviene que la gente lea, no les conviene que estudien y tenga capacidad de crítica. Les conviene mantenerlos con una venda en los ojos, ciegos, para que el cuento entre con vaselina y vayan a votar por quien indican sus medios y sus encuestas.
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La inyección de odios pasó con el General Uribe Uribe, con Jorge Eliécer Gaitán. Pasó con 5 mil miembros de la UP, pasó con Galán, con Bernardo Jaramillo, Jaime Pardo Leal, con Carlos Pizarro León Gómez, con Jaime Bateman Cayón. Pasa y seguirá pasando con cualquiera que dilucide y se oponga a la injusticia social que impone un régimen opresivo.
Pasa hoy con Gustavo Petro y, seguirán con el propósito de matarlo. Pasó con Piedad Córdoba ayer. Existen muchas formas de matar y a ella la mataron. Cuando muchas cosas se decanten, el juicio de la historia dictará sentencia. Allí es cuando se valorará su valioso papel en la búsqueda de La Paz por la que tanto luchó. Definitivamente para opinar sobre Piedad Córdoba, hay que tener claro el contexto histórico.
La desinformación que agencio la "gran prensa" con su trabajo en la búsqueda y defensa de la Paz, el exitoso entrampamiento contra un miembro de su familia, la despiadada persecución agenciada por la hirsuta Derecha Fascista, contra una mujer negra, luchadora por La Paz como Piedad Córdoba Ruiz, la llevaron a unos estados depresivos intensos y en consecuencia el deterioro de su salud.
¡Piedad no aguantó más! Paz en su tumba.