Colombia es un país que en sus inicios fue catoliuco sin embargo, a partir de 1991 se declaró con libertad de culto. Pero esto no ha cambiado mucho, pues en su mayoría los habitantes del país tricolor son creyentes católicos y sus derivados, por lo que la figura del diablo o satanás es vista con terror y como el villano del mundo entero. Por eso es normal existen varias leyendas de lugares donde habita esta fuerza maligna o hizo parte de su historia como el caso del puente San José de Pandi.
En el municipio de Pandi (Cundinamarca) e Icononzo (Tolima) los locales y pobladores afirman a los turistas que aquel puente se trata de una estructura construida por el diablo en una noche. Fue inaugurado el 19 de marzo de 1924 por la persona que los construyó y con la que comparte nombre. No obstante, esta estructura con múltiples arcos que tiene una leyenda con varios secretos oscuros.
Según cuenta la leyenda, surgió por una apuesta entre el diablo y el Cacique Pandé, que preocupado porque el río Sumapaz crecía, decidió hacer un trato con esta entidad, a la que le pidió construir un paso más fácil para las personas. A cambio de que satanás realizara esta edificación con dos piedras entre la media noche y el cantar del gallo, Pandé le daría su alma y la de cuatro generaciones de su descendencia.
Se dice que el diablo dejó la edificación sin terminar porque confiaba en sus habilidades y Pijao ganó. Fue el pueblo Sutagao el que se encargó de perfeccionar la estructura que se encuentra a más de 100 metros de altura del río. Actualmente, el puente atrae a los turistas por sus largas escaleras que conducen a un mirador donde se puede ver el nacimiento de una pequeña cascada. Hay cuevas naturales y mariposarios. El lugar es apto para deportes extremos.
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