La muerte de los derechos humanos
Opinión

La muerte de los derechos humanos

La invasión de Ucrania, el extermino palestino, la cárcel de Bukele son inicio de un recorrido de muerte de los instrumentos internacionales que protegen la dignidad

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noviembre 23, 2023
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El 24 de febrero de 2022 las fuerzas armadas rusas iniciaron una invasión violenta a gran escala en Ucrania, entonces las ejecuciones extrajudiciales, las matanzas indiscriminadas y masivas de civiles; la destrucción de ciudades, infraestructuras energéticas, hospitales, caminos, escuelas y sitios de refugio, empezaron a aparecer frecuentemente en nuestro radar.

Con el tiempo y como sabemos, estalló una nueva guerra provocada por el grupo terrorista Hamás que en un acto de terror contra Israel, el 7 de octubre y sin que le importara el derecho internacional humanitario y los derechos humanos, asesinaron a centenares de judíos en Israel destruyendo para siempre el equilibrio de una patria a la que con violencia, les recordaron que habían sido una nación perseguida para provocar su extinción, por lo que el león despertó y atendiendo a que su enemigo quería hacer una guerra de guerrillas, en la que identificar el oponente no es fácil porque se camufla entre la población y en medio de infraestructuras protegidas por el derecho internacional humanitario, el poderoso ejército judío, decidió aplicar la guerra total y arrasar de una vez por todas, con la franja de gaza donde se esconde Hamás.

Esa intrusión Rusa en Ucrania y el extermino que sufren los palestinos, indudablemente son el inicio de un macabro recorrido que nos lleva hoy a un funeral universal en el que, parece han muerto casi todos los instrumentos y convenciones internacionales que buscaban proteger y promocionar la dignidad. De nada han servido las sanciones a Rusia y todos sabemos que, la reacción desbordada del pueblo judío contra el palestino en Gaza ha polarizado el mundo. En cualquier caso, uno y otro son tan fuertes que en esta selva del sistema de relaciones internacionales, ninguna especie quiere interferir frontalmente en el banquete sangriento que se han servido Rusia e Israel, estamos viendo cómo depredan, despedazan, mutilan y acaban con la razón.

Debo mencionar que, la Guerra total, consiste en la movilización y despliegue hasta el límite de todos los recursos disponibles por parte de un país o estado que busca eliminar en su enemigo su voluntad de lucha.

A pesar de que las normas de orden público sobre derechos humanos nacen en Europa, en estas latitudes también germinaron sistemas e instrumentos de derechos humanos interamericanos, como la Convención Americana sobre Derechos Humanos, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y el pacto de Bogotá del que, por cierto, ya no hacemos parte.

Dicho lo anterior, permítanme volver a donde íbamos, pues lo que sucede en la Franja de Gaza y en Ucrania, de menor forma, también sucede y se conecta con este hemisferio. Todos hemos visto desde la caverna digital, como llamaría Platón a las redes si se actualizara el mito de la caverna; a un Nayib Armando Bukele que desconectó su gobierno del sistema interamericano de derechos humanos para poder enfrentar bajo la teoría de la “guerra total” a las pandillas que tenían sepultada a su nación.

Tuvo que hacerlo de esa forma pues ya habían intentado acuerdos, negociaciones y tratados de paz que siempre terminaban fallidos, mientras que el sistema de derechos humanos servía de trinchera a los mareros y ellos aprovechaban para expandirse bajo el paraguas de un estado respetuoso de sus derechos y consiente de las reglas de la guerra. Las pandillas siguieron recaudando recursos, miedos y poder de la población, al tiempo que, paradójicamente violaban los derechos humanos de los salvadoreños a quienes extorsionaban, secuestraban y asesinaban. El Presidente Bukele, de la ultraderecha, decidió privilegiar la libertad, la seguridad y el estado de derecho sobre la aplicación estricta de los derechos humanos, como hace Israel.


El Salvador se convirtió en un faro, en ejemplo para Centro y Suramérica mostrándonos que las decisiones de Estado por el bien común, pueden pasar por encima del catálogo de derechos humanos


Ahora, el Salvador se convirtió en un faro, en un ejemplo para centro y Suramérica mostrándonos que las decisiones de Estado por el bien común, pueden pasar por encima del catálogo de derechos humanos y de las reglas de la guerra, claro está, algunos pensaran que estoy equivocado por invocar el derecho internacional humanitario en conflictos no internacionales, pero resulta, que sí aplican de acuerdo a los protocolos de la convención de Ginebra.

Lo cierto es que meter a la cárcel a todo aquel del que se tenga sospecha que pertenece a una pandilla, extermina por completo la intención o la voluntad de cualquiera que quisiera conformar o hacer parte de esos grupos.

Estas ideas por proteger los derechos humanos y de aplicar estrictamente el derecho internacional humanitario en este hemisferio, son muy arraigadas en la política progresista y de izquierda que pulula en estos tiempos en Latinoamérica, sin embargo, las cosas están a punto de cambiar:  

El próximo año habrá elecciones en El Salvador, Perú, México, Guatemala, República Dominicana, Puerto Rico, Uruguay, Haití, Panamá y Venezuela y debido  a ese claro mensaje sembrado con la guerra entre judíos y palestinos, en el que las letras del derecho internacional humanitario parecen muertas; debido al éxito arrollador de Bukele que impuso los intereses de defensa y seguridad sobre los derechos humanos; debido a la victoria aplastante de un Milei en Argentina que está alineado con un neoliberalismo extremo que también deja de lado la aplicación estricta de la justicia social y los derechos humanos, sumado a  todos los  desatinos y contradicciones generados por los gobiernos de izquierda y los gobiernos progresistas de los países de las Américas, así como por la crisis económica, seguramente, a partir del año 2024 llegará una nueva caída de la marea Rosa o izquierda suramericana, por lo que surgirán lideres populistas de ultraderecha  que traerán una nueva ola al continente, que buscará fortalecer la libertad, las instituciones, la reducción de los estados y el exterminio de la voluntad de lucha de todos los que sean considerados enemigos de estado.

@hombreJurista

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