"El gobierno aprobó las grandes líneas de la primera etapa de un acuerdo según el que al menos 50 personas secuestradas (mujeres y niños) serán liberadas durante cuatro días a lo largo de los cuales habrá un respiro en los combates", dijo el gobierno isarelí en un comunicado enviado a la AFP.
Antes de la reunión de su gabinete, que empezó en la noche del martes, el primer ministro Benjamin Netanyahu había dicho que aceptar el acuerdo es "una decisión complicada, pero es una decisión correcta".
Su gabinete se encontraba bajo presión de las familias de los alrededor de 240 personas secuestradas por el grupo islamista en su ataque del 7 de octubre, que también dejó 1.200 personas muertas, en su mayoría civiles, según las autoridades israelíes.
Desde entonces, Israel lanzó una ofensiva contra Gaza con el propósito de "aniquilar" a Hamás, que ha dejado más de 14.000 muertos en este territorio víctimas de los incesantes bombardeos y de las operaciones terrestres israelíes.
La guerra continuará
Hamás celebró en un comunicado el acuerdo de "tregua humanitaria" y aseguró que sus disposiciones fueron "formuladas conformemente a la visión de la resistencia".
Catar, mediador de las negociaciones junto a Estados Unidos y Egipto, confirmó el acuerdo para una "pausa humanitaria", cuyo inicio "será anunciado en las próximas 24 horas y durará cuatro días, con la posibilidad de prolongarla".
Dos fuentes de ambos bandos indicaron que el acuerdo contempla la liberación de 50 rehenes a manos de Hamás a cambio de 150 presos palestinos en Israel. En ambos bandos, las personas afectadas son mujeres y niños, dijo Hamás.
Un responsable de Hamás dijo a la AFP que el intercambio comenzará el jueves con la liberación de 10 detenidos israelíes y de 30 presos palestinos y que "el resto serán liberados antes del fin del cuarto día" de tregua.
Un alto funcionario de la Casa Blanca declaró que entre los liberados habrá tres estadounidenses, entre ellos una niña de tres años. También señaló que Estados Unidos espera que Hamás libere "más de 50 rehenes" fruto del acuerdo.
El presidente estadounidense, Joe Biden, se declaró a última hora del martes "extraordinariamente satisfecho" por la próxima liberación de los rehenes, una vez el acuerdo "se haya aplicado plenamente".
La portavoz de la diplomacia rusa, María Zajarova, dijo que Moscú celebraba el acuerdo para "una pausa humanitaria" y subrayó que "es exactamente lo que Rusia pedía desde el inicio de la escalada del conflicto".
El primer ministro catarí, Mohammed ben Abdelrahmane Al-Thani, dijo confiar que esta tregua "permita un acuerdo global y duradero que ponga fin a la máquina de guerra".
Pero en su comunicado, el gobierno israelí dijo que sus fuerzas armadas continuarán la guerra para devolver a todas las personas secuestradas, eliminar Hamás y garantizar que no hay ninguna amenaza para el Estado de Israel desde Gaza", coincidió el gobierno en el comunicado sobre el acuerdo.
El movimiento palestino Hamás también se mostró desafiante en su comunicado: "Confirmamos que nuestros dedos seguirán en los gatillos y que nuestros batallones triunfantes permanecerán al acecho".
Verdadera "tragedia"
El acuerdo se presenta como un respiro para la población de Gaza, sometida también a un "asedio total" por parte de Israel, que bloquea los suministros de comida, agua, electricidad y medicinas.
La ONU, que junto a otras organizaciones internacionales reclamaba desde hace semanas un alto el fuego por motivos humanitarios, estima que la guerra desplazó a casi 1,7 de los 2,4 millones de habitantes de la Franja.
Una verdadera "tragedia" sanitaria se perfila en el territorio palestino, advirtió el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef).
El grupo de economías emergentes de los BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) solicitó el martes durante una cumbre extraordinaria virtual "una tregua humanitaria inmediata y duradera" en Gaza.
"Si alcanzan una tregua de cinco días ahora, creo que allanará el camino para treguas más largas o incluso un alto el fuego total", decía esperanzado Hamza Abdel Razeq, residente en Rafah, en el sur de la Franja.
"La gente realmente está sufriendo", explicó a AFP.
Este acuerdo "es malo para la seguridad de los israelíes, es malo para los rehenes, es malo para los soldados", se opuso el Partido Sionista Religioso, formación de extrema derecha con representación en el gobierno de Netanyahu.
Hospital atacado
El martes, las tropas israelíes continuaron combatiendo en el norte de la Franja de Gaza, la zona más castigada por la guerra, donde bloques enteros quedaron reducidos a cenizas.
El ejército aseguró que sus bombardeos golpearon "unos 250" objetivos de Hamás en el último día, y añadió que dos soldados murieron en el norte del territorio palestino.
Médicos Sin Fronteras (MSF) y la Media Luna Roja palestina anunciaron que tres médicos, dos de ellos de MSF, murieron en un bombardeo contra el hospital Al Awda del campo de refugiados de Jabaliya. La Media Luna Roja denunció un bombardeo "israelí".
Según el Ministerio de Salud de Hamás, el Hospital Indonesio -en las afueras del campo- seguía asediado por tanques israelíes este martes y "50 muertos" yacían en el patio del establecimiento.
La víspera, "terroristas dispararon desde el interior del Hospital Indonesio en Gaza", declaró el ejército israelí, al añadir que respondió dirigiéndose "directamente" contra la fuente de los disparos.
Las autoridades israelíes argumentan que Hamás emplea estos hospitales con fines militares y que usa a los civiles como "escudos humanos", algo que el movimiento palestino desmiente.
En otro frente, ocho personas, dos de ellas periodistas, murieron el martes en bombardeos israelíes en el sur de Líbano, según la prensa libanesa.
Desde el inicio de la guerra en Gaza, hay cruces de disparos en la frontera libanesa entre el ejército israelí y Hezbolá, aliado de Hamás y apoyado por Irán.
La Casa Blanca espera que la tregua en Gaza conduzca también "a una pausa total de las hostilidades en el norte, en la frontera libanesa", dijo el alto funcionario.