Nariño es una región del sur del país reconocida como un territorio diverso con múltiples riquezas naturales así como por su pluralidad cultural y diversidad étnica, reflejada en la presencia de afrodescendientes, mestizas y siete pueblos indígenas: Pastos, Ingas, Awá, Eperara-Siapidara, Nasa Cofán y Quillacingas. De sus innumerables expresiones culturales, la UNESCO ha reconocido como patrimonio inmaterial de la humanidad, el Carnaval de Negros y Blancos de Pasto, así como la música de marimba y los cantos tradicionales del Pacifico de Colombia.
Pero hace veinte años sufre las grandes secuelas de la guerra, el campo fue creciendo en mayores índices de vulnerabilidad, y a su vez fue creciendo el conflicto armado y social; el asentamiento de grupos al margen de la ley y bandas criminales le robaron a los nariñenses la tan anhelada paz.
Actualmente cerca de 365 mil víctimas, son la consecuencia de cómo el país se fue concibiendo en sistemas político-económicos de exclusión; lo cierto es que en las zonas rurales y por supuesto urbanas, son cada vez mayores los homicidios, desplazamientos forzados, minas antipersonal, violencia sexual, masacres, amenazas, menor capacidad económica de sus habitantes, mayores índices de analfabetismo, desarraigo y aumento de la migración económica del campo a la ciudad.
Ante este panorama desolador, las comunidades, instituciones y los diversos sectores de la región nariñense, claman por la construcción de paz y el camino hacia la reconciliación; esto se vio reflejado en la movilización social del año 2013 en la que Nariño fue catalogado como el segundo departamento a nivel nacional que generó mayor movilización social. Este territorio siempre ha hecho parte de procesos y manifestaciones de resistencia y luchas por las reivindicaciones sociales. Desde ese momento parte la iniciativa de paz que se ha denominado Agenda de Paz Nariño, propuesta realizada desde las diócesis de Tumaco, Ipiales y Pasto, Gobernación de Nariño, Agencia de Desarrollo local, programa de Naciones Unidas para el Desarrollo y ONUMUJERES. Con el fin de iniciar el proceso de construcción de paz desde los territorios para que desde múltiples espacios de diálogos se confluya en la idea de que construir la paz en el Departamento, es una tarea conjunta, permanente e impostergable.
Bajo esta consigna y reconociendo los diálogos que se adelantan en la Habana-Cuba, entre el Gobierno Nacional y las FARC la Agenda de Paz Nariño, es un importante proceso de construcción de paz, legítimo y propuesto desde las diferentes cosmovisiones y contextos locales y regionales a través de los diferentes gremios sociales, víctimas, jóvenes, población carcelaria, organizaciones sociales, trabajadores, periodistas, líderes sociales y comunitarios, comunidad LGBTI, consejos comunitarios, pueblos indígenas, confesiones religiosas, etc.
La meta es el empoderamiento y la concertación con las comunidades que habitan los 64 municipios que conforman el Departamento de Nariño para lograr un proceso que llegue a convertirse en una Asamblea Departamental por la Paz con incidencia en los planes de desarrollo municipales, departamentales y nacionales.
Para lograr una paz sostenible y duradera falta por recorrer un camino largo, porque no hay departamento que necesite la paz, como esta región del sur de Colombia, llamada Nariño.