Juana Anzellini, artista plástica de nuestro país, estará exponiendo en el festival de arte de verano de la ciudad Magdeburg Alemania. ¡No está recluida! Sino que hará parte del evento de la organización Kulturanker que fomenta proyectos expositivos grandes y ambiciosos. El de este verano se llevará a cabo entre junio 6 y el 20 de septiembre y tendrá lugar en un antiguo centro de reclusión. Esta cárcel desocupada albergará la exposición “Nueva Sensorialidad” donde alrededor de 250 artistas y 10 galerías reciben a más de 30 mil visitantes.
La apropiación de espacios expositivos no convencionales por parte de diversas formas de expresión artística es un acto liberador. La obra ya no se contempla desde el museo y a partir de los cánones tradicionalmente concebidos. En esta medida el artista busca diversificar su público, hacer su obra más accesible. El ejercicio de llevar una obra a un espacio no convencional es un acto transgresor.
En este encuentro habrá diversas actividades que no sólo giran alrededor de las artes plásticas sino que derrumban las fronteras entre las diversas disciplinas artísticas. Espacios donde la pintura, la fotografía, la literatura y la danza se entrelazan, conviven y se potencian. Este tipo de iniciativas, el festival en sí mismo, son iniciativas llenas de un contenido histórico y político. No solo por el espacio donde se desarrolla, una cárcel, sino por las obras que allí se exponen.
Es muy probable que este antiguo centro de reclusión albergará nazis, comunistas, judíos, ladrones y ahora artistas. Esta iniciativa es una manera de reactivar un espacio público desocupado, que tiene un contenido político y cargado de historia. Pero sobre todo es una oda a la imagen, al mundo de posibilidades que está encierra. Es a través de esta herramienta que se trasmite una reflexión, una critica, una idea, una palabra. La capacidad de este lenguaje es inmensa y el hecho de que llegue a un centro de reclusión incentiva el ejercicio del artista pero por sobre todo el papel del espectador a la ahora de aproximarse a una obra y a su entorno.