Enrique Santiago, secretario general del Partido Comunista de España, PCE, diputado del movimiento Sumar e Izquierda Unida ha sido la voz cantante de la amnistía a los independentistas catalanes cuyos votos son los que le dan a Pedro Sánchez la posibilidad de asegurar la mayoría para obtener la investidura. Santiago habló de esa posibilidad desde el 8 de agosto, pero cuando tomó la batuta fue en el segundo debate de la fallida investidura del opositor Alberto Feijóo en el Congreso de los Diputados. Ese día, con un Sánchez que decidió no hablar ni contestar, en el turno de Sumar, la coalición de la que hace parte el PCE, decidió hablar de frente y defender la amnistía como “una oportunidad para pasar la página”.
Santiago en la tribuna justificó la amnistía para reestablecer las relaciones normales con Cataluña y por ser el final de un proceso de normalización fruto de "un gran acuerdo de entendimiento" con las fuerzas catalanas. Según él dijo, no supone la despenalización de ningún delito, mientras recordaba al Partido Popular (PP) que el Gobierno de José María Aznar concedió en un solo día 1.443 indultos. Otro de sus argumentos fue que la Constitución "no prohíbe" la amnistía y que los padres constituyentes decidieron "no limitarla" para que el Congreso pudiera aprobar una "cuando fuese preciso".
Enrique Santiago llegó en el 2012 a Colombia, cuando las Farc que requerían asesoría para meter sus pretensiones políticas en un marco legal. Su nombre lo propuso el exdiplomático español y exdirector de la Unesco Federico Mayor, presidente de la Fundación Cultura de Paz. Santiago logró rápidamente integrarse con los negociadores de las Farc e incluso participó en el grupo de juristas que con Juan Carlos Henao, Manuel José Cepeda, Douglas Cassel, Diego Martínez y Álvaro Leyva, diseñaron la Justicia Especial para la Paz. La JEP logró superar uno de los mayores escollos del proceso de paz y definió la manera como la guerrilla respondería judicialmente por los crímenes durante del conflicto armado. Su trabajo concluyó el 26 de septiembre del 2016, con la firma el Acuerdo de Paz en el Teatro Colón. Ahora su mente está en Cataluña y la investidura de Pedro Sánchez.