¿Puede una especie, cuando en su gran mayoría está compuesta por seres sometidos y manipulados, mientras son mantenidos en la ignorancia, vivir en sociedades democráticas?, la pregunta surge para explorar la posibilidad que entre pocos seres, por lo general intelectuales, basándose en argumentos históricos y académicos propongan, encuentren e implanten sobre el resto de semejantes gobiernos justos, haciendo factible y realizable esta capacidad social en medio de un mundo regido por las intenciones individuales, por parte de personas que aspiran encontrar entre esta jungla de intereses personales y financieros modelos de convivencias equitativos como el principal insumo para generar comunidades justas.
El origen simple y directo de la palabra democracia proviene del griego, haciendo referencia a que etimológicamente demos significa pueblo y kratos poder, por lo tanto, democracia es el poder del pueblo, siendo así el asunto, democracia es una concepción humana para encontrar una manera de vivir en sociedades a partir de principios fundamentales que contengan beneficios generales y no particulares.
Abraham Lincoln señalaba que democracia es el gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo; Churchill decía que democracia es el peor sistema de gobierno diseñado por la humanidad, exceptuando a todos los demás; el escritor George Bernard Shaw señalaba que la democracia sustituye el nombramiento hecho por una minoría corrompida por medio de la elección hecha merced a una mayoría incompetente, igualmente Shaw mencionaba que la democracia es el proceso que garantiza que no seamos gobernados mejor de lo que nos merecemos; otro escritor, Charles Bukowski, manifestaba que la diferencia entre democracia y dictadura consiste en que en democracia votas antes de obedecer órdenes; el pueblo solo es soberano el día de las elecciones dijo el político, médico y escritor español Alfonso Daniel Rodríguez; el elector goza del privilegio de votar por un candidato que eligieron otros, nos decía el escritor Ambrose Bierce, y de referencia final Cicerón apuntaba que la libertad solo reside en los Estados en los que el pueblo tiene el poder supremo. A partir de estas citas famosas podemos deducir que democracia no es un fundamento perfecto ni tampoco hasta ahora el ideal, simplemente es la manera pensante y diplomática que ha encontrado la humanidad para superar del estado natural el salvajismo en el que ciertas criaturas con mayor fuerza, fiereza y violencia se aprovechen de los demás. Así las cosas, aún estamos bastante viches respecto a sociedades maduras, ecuánimes y justas, lo que posibilita y facilita seguir botando corriente sobre el tema de votar para encontrar sistemas de gobernanzas que permita a las sociedades la consecución de la equidad social como el principio regente, para que la especie humana se convierta en una criatura excelente por naturaleza.
De estas deducciones salta a la mesa de discusión una palabra, equicracia, que, aunque no aparece en diccionarios viene siendo mencionada por expertos e intelectuales, caso del psicólogo social colombo-chileno Carlos Santa María, significando una repartición equitativa del bienestar social, por lo mismo queda abierta la puerta sobre está posibilidad, ¿es factible dentro de un mundo enrarecido por los intereses económicos y privatizados?