“Pónganse pilas que esto va a comenzá', a construir el proceso de la paz, con la culura vamo' a demostrar y a Colombia con orgullo mirará”
Entonces entra el estribillo “la paz, la paz, ha comenzado el proceso de la paz” entonado por Panchita del grupo de la Escuela Sé Quien Soy, que se nos pega de manera sencilla, “Todo hombre rebelde se doblegará, todo hombre rebelde se doblegará y a Colombia las heridas sanará... al hombre negro dificil no le queda, al hombre negro dificil no le queda”. Despues de escucharlo un par de minutos ya lo estás tarareando y ya es tarde, vas a tener la melodía todo el día en tu cabeza. Cuando menos lo piensen irán por la calle coreando y quizás los miraran como fánaticos de alguna secta. Sin embargo para Panchita y sus amigas afro, no todo fue siempre así de alegre, ellas hacen parte del 38% de población desplazada de la costa pacifica, proveniente del Charco Nariño, que se ha trasladado a Cali en búsqueda de mejores oportunidades. Ahí radica la importancia de su aporte a la construcción de la paz pues viniendo de un entorno complejo, mantienen firme la convicción y anhelo de promover la solidaridad, el respeto y la conservación de las raíces. Conocerlas y sentir que detrás del dolor y la tristeza por situaciones negativas del pasado es tener la oportunidad de ver un tesoro caminante que lleva con orgullo el pacifico en la piel y en la música, y a través de ésta última han venido realizando intervenciones en colegios y eventos culturales del Oriente de Cali en las comunas que conforman el Distrito de Aguablanca; donde en el 2014, de acuerdo al informe de la Personería de Cali existen cerca de 59 pandillas que corresponden al 44% de las que existen la ciudad. Sé quien soy sigue su camino promoviendo el perdón, la tolerancia y la equidad de género. Sé quien soy le canta a todas las razas, ellos hacen parte del país RecOn.
Llego a la cancha de volibol y en vez de encontrar a deportistas comunes, encuentro a super heroes. Me recibe Fernando Aguirre, de Disfad (Discapacitados con fé y amor al deporte) depronto me siento a su nivel o eso creo y resulta que es él quien se pone a mi nivel, me hace descender para que despues aprenda a caminar y a correr con una nueva enseñanza: hablar de solucionar las diferencias con balones y no con armas, uno no se imagina que esa es la realidad de muchos colombianos que de tiempo atrás se enfrentaron en otros campos defendiendo unas causas que sólo derivaron en dolor y odio. Disfad demuestra que para practicar un deporte no es necesario estar de pie, sino tener corazón y fuerza para hacer lo impensable e imposible para otros.
En Bogotá, la capital del país, el frío nos recibe especialmente para quienes no somos del altiplano. La situación para quienes día a día se enfrentan a la calle es fuerte y los martes se convierten en los días más felices. Melissa, Julián, John y muchos otros voluntarios dan de lo que tienen y no de lo que les sobra a un grupo de recicladores, les dan pan, les dan atención y porque no muchos abrazos. Martes en la noche, es una iniciativa en la que todos creen que paz es felicidad y la felicidad a su vez es desarrollo humano como lo ha dicho Andrés Santamaría, Personero de Cali.
Hoy Colombia tiene un banco audiovisual con más de 400 vídeos que hablan y presentan acciones de paz. Gran parte de esas acciones que llamamos iniciativas provienen de personas que de alguna u otra forma han sido tocados por la violencia de género, discriminación, violencia en general y es que las imágenes hablan por si solas.
