En la Asamblea de este 18 de septiembre en la que se formaliza la escisión de Nutresa que creció en manos del Grupo Empresarial Antioqueño pero que tras el envión de la familia Gilinski (JGDB Holding) y los inversionistas árabes de IHC Capital Holding l y duro forcejeo con billones en la chequera de más de un año, terminaron quedándose con esta.
La producción de cárnicos que se convirtió en uno de los negocios grandes de Nutresa, con ventas de casi 3 billones de pesos ($ 2.784.753 millones) el año pasado y cuyo presidente es Diego Medina, fue alimentos Zenú, una empresa antioqueña fundada en los años 50. Entonces solo se vendían carne recién contadas y los chorizos se hacían en pequeñas fábricas artesanales.
La idea de montar una moderna planta para la fabricación de carnes procesadas con equipos importados de Estados Unidos fue de Pedro Nel Ospina quien encargó a su hijo Eduardo de liderar el proyecto, que no pudo ver porque falleció antes de su inauguración en 1957 bajo el nombre Compañía de Productos Zenú en honor a la región donde realizaban actividades de ganadería, en Córdoba, en el Sinú, antiguo territorio indígenas Zenu. Tres años después le vendieron el incipiente negocio a la Fábrica de Galletas Noel.
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Su expansión se dio a través de la adquisición negocios en las distintas regiones del país: Frigorífico Continental en Barranquilla y el Frigorífico Suizo en Bogotá en 1970, Frigorífico Continental de Barranquilla, Rica Rondo en Cali, la fábrica de embutidos Industrias Hermo en Venezuela, y el Frigorífico Fogasa en Aguachica, Cesar, hasta en 2011 integrarse como alimentos cárnicos a la actual estructura organizacional del Grupo Nutresa.
Tiene presencia directa en seis países, y 8 de sus 10 plantas de producción están en Colombia, donde fabrican las marcas Zenú, Ranchera, Pietran, Rica y Cunit que representan un 92,9 % de sus ventas y que se traduce en un 55,1 % del mercado nacional, siendo la marca Zenú la líder con más de 1 billón en ventas el año pasado. En Panamá, cuenta con una planta desde donde distribuye a Centroamérica las marcas Blue Ribbon y Berard, que representan el restante 7,1 % de las ventas.
El gran negocio de alimentos con el que se quedan los Gilinski y sus socios árabes reunido bajo la razón social Alimentos Cárnicos, con sede en Medellín, ocupó el lugar 59 en el ranking de las 500 empresas más grandes de Colombia con un aumento significativos en sus ventas hasta acercarse a los 3 billones en ventas en el 2022, un negocio que hasta este hoy pertenecía al GEA y estaba listado en la Bolsa de valores de Colombia.
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