La cumbre contará con la presencia de los líderes de los cinco países miembros, pero también se espera la asistencia de líderes invitados de otras regiones, así como destacados líderes empresariales y figuras internacionales como António Guterres, secretario general de Naciones Unidas. Este domingo el mandatario de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, se dirigió hacia Johannesburgo con el propósito de asistir a la Cumbre de los BRICS. "Participé de la creación de ese importante grupo y vuelvo para su decimoquinta reunión entusiasmado con el potencial de Brasil en su retorno al escenario internacional", escribió el presidente brasilero este domingo en su perfil de la red social X.
Dentro de los ejes principales de la agenda que se abordarán en este encuentro, destaca en primer plano la cuestión de la expansión del grupo BRICS. Esta cuestión ha sido objeto de debate y controversia entre los propios miembros. China ha desempeñado un papel proactivo en la promoción de la expansión del grupo para equilibrar la influencia del G7 liderado por Estados Unidos. Una perspectiva que no es compartida por otros de los miembros.
La cumbre también brindará una plataforma crucial para abordar el tema de la 'desdolarización' del comercio global. China ha liderado los esfuerzos para impulsar su moneda, el yuan, como alternativa al dólar estadounidense en el comercio internacional. Aunque esta iniciativa ha suscitado interés, las preocupaciones de India en torno a sus ambiciones en torno a la rupia han planteado desafíos en esta área.
Además, se espera que los líderes aborden asuntos relacionados con la geopolítica global, el comercio y el desarrollo de infraestructura. En un mundo donde la economía del mundo ha enfrentado incertidumbres derivadas de factores como la Guerra en Ucrania y la desaceleración de la economía, la cooperación entre las economías emergentes podría desempeñar un papel fundamental para mitigar los efectos negativos.
A pesar de las diferencias y obstáculos, el grupo BRICS representa una parte sustancial de la población mundial, más del 40%, y también de la economía global.
Putin no asistirá a la Cumbre en Sudáfrica
La decisión de invitar a Vladimir Putin a la cumbre no estuvo exenta de controversia. Las acusaciones de crímenes de Guerra en Ucrania han suscitado críticas tanto a nivel nacional como internacional. Grupos como Amnistía Internacional abogaron por su arresto en caso de que visitara Sudáfrica.
Sin embargo, el presidente sudafricano, Cyril Ramaphosa, se mostró en contra de esta medida, citando preocupaciones de seguridad nacional. Además, Rusia advirtió que el arresto de su presidente sería interpretado como una declaración de guerra.
En lugar de la presencia física del presidente ruso, será el ministro de Relaciones Exteriores, Serguéi Lavrov, quien representará al país en la cumbre. Pero, Putin no se mantendrá al margen de las discusiones. Se ha confirmado que participará en la cumbre a través de una videoconferencia, lo que sugiere que su papel y opinión seguirán siendo parte crucial de los debates.
Este episodio también ha destacado la postura de Rusia ante la Corte Penal Internacional, pues el país ha rechazado su autoridad y ha afirmado que no es miembro de esta organización. Esta posición, sumada a las tensiones existentes en torno al conflicto en Ucrania, han llevado a un escenario de división en el continente africano.
¿Una alianza en expansión?
Hace apenas unas semanas, las agencias de noticias estatales rusas hicieron eco de las solicitudes oficiales de membresía presentadas por Irán y Argentina. Pero también se han sumado Arabia Saudita, Turquía y Egipto, naciones con perfiles geopolíticos diversos que han estado dando pasos hacia la posibilidad de unirse a esta alianza económica.
“Todos estos países han mostrado su interés en unirse y están preparándose para solicitar la membresía. Creo que este es un buen paso, ya que la expansión siempre se ve con buenos ojos y sin duda fortalecerá la influencia global de los BRICS”, expresó a medios de comunicación Purnima Anand, presidenta de los BRICS.
El presidente ruso, Vladímir Putin, habla durante una reunión con miembros del Consejo Empresarial y la dirección del Nuevo Banco de Desarrollo en las economías emergentes BRICS en el palacio Itamaraty en Brasilia, Brasil, jueves 14 de noviembre de 2019. AP - Alexei Druzhinin
Los tres países —Arabia Saudita, Turquía y Egipto— cuentan con una población combinada de aproximadamente 220 millones de personas. Arabia Saudita, en particular, es un gigante en la industria petrolera, siendo uno de los mayores exportadores de crudo en el mundo. Con el 11% de la producción mundial de petróleo líquido y un 15% de las reservas globales de petróleo, su intención de aumentar la producción de petróleo de 10 a 13 millones de barriles por día no pasa desapercibida.
La propuesta de una moneda BRICS como reemplazo del dólar
La presión para la 'desdolarización' ha aumentado entre las naciones BRICS desde el inicio de la guerra en Ucrania, que llevó a sanciones occidentales paralizantes contra Rusia habilitadas por la influencia del dólar. En abril, el presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva instó al grupo a crear una alternativa seria al dólar, aprovechando el peso conjunto de sus economías.
¿Por qué no podríamos hacer comercio basado en nuestras propias monedas?", expresó durante un viaje oficial a China en abril. "¿Quién decidió que el dólar debería ser la moneda de referencia después de la eliminación del patrón oro?
A pesar de las discusiones continuas sobre la 'desdolarización', datos del FMI muestran que en 2022 cerca del 60% de las reservas de divisas mundiales estaban en dólares estadounidenses, y el dólar se utilizó en el 88% de las transacciones internacionales.
Se espera que el evento marque un precedente en un mundo donde los equilibrios geopolíticos se redefinen continuamente.